domingo, 27 de octubre de 2013

EL DEL GARBANZO Y LAS 14 HORMIGAS

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Érase una vez un garbanzo, -para ser más exactos, un garbanzo tierno, cocido-, que había escapado del cuenco de la comida del gato y descansaba plácidamente en el suelo, tomando el sol; 
Y éranse, a la misma vez, 14 hormigas en busca de comida para almacenar, ávidas de llevarse toda la que podían.
 Encontraron al garbanzo y le rodearon, una se quedó fuera como dando instrucciones:
 “-Tirar hacia allá, traer por aquí...”. 
El garbanzo empezó a moverse primero a la izquierda, luego a la derecha, hacia delante... sin rumbo fijo. 
Las hormigas no se ponían de acuerdo y frustradas, la mayoría y a la misma vez como si hubieran escuchado una orden, se retiraron y se fueron a toda pastilla en busca de otra cosa mejor. 
Sólo quedaron 4, cada una en una esquina. No entendían que así no iban a ninguna parte, todas tirando hacia distintos sitios... luego quedaron 2, una frente a la otra... y tampoco... pero, ¡qué tercas!.
De repente, una sombra cayó sobre ellas, el gato abrió la boca y garbanzo y hormigas desaparecieron, se lo comió todo y las tercas de las hormigas no se soltaron del garbanzo ni cuando vieron que iban a formar parte del organismo gatuno. 
Lo que es la vida!!!! Y para que veáis que es una historia verídica, os dejo una foto de una parte del evento que ha tenido lugar esta misma mañana.

PARA TI...

29.- Relato. (Escrito en 1979... Y es para ti, que en algún momento fuiste algo muy especial):

- ¿Sabes quién soy?: soy la transparente nube que vuela envolviendo con mis alas tu alma libre. Soy como el agua que cae como un beso sobre tus labios, empapando en ellos mi dolor. Soy como el viento suave, que recoge mis lágrimas y las convierte en estrellas...

- ¿Sabes a dónde voy?: voy con el polvo para arrastrar como ellos una tristeza olvidada. Voy, tal vez, con las aves buscando un sitio en cualquier árbol para ser feliz.

- ¿Sabes qué quiero?: quiero tu mirada lejana, fija en cualquier punto del horizonte. Quiero tus sueños y acariciarlos en la noche bajo el manto de la luna. Quiero tu voz para embalsamar con ella mi corazón cansado y frío.

- ¿Sabes quién te quiere?: Te quiero yo, porque mis manos solo necesitan el contacto de tu piel. Te quiero yo, en las noches oscuras, cuando el frío penetra en mis huesos y estoy sola. Te quiero yo, porque en ti he encontrado la sonrisa cálida que siempre soñé.