lunes, 14 de abril de 2014

NO DIJISTE QUE NO

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Tenía de tus labios una promesa...
escrita entre la precipitación y la confusión de no saber qué decir. 
No sería sensato, pero ahí estaba la promesa:
No me dijiste que no.

Me regalaste un nuevo sabor a sal, y ya nada será como antes, 
porque tengo una promesa tuya.
Aunque si lo que escribo luego se desvanece, las palabras serían para mí. 
Sintiendo que no me dijiste que no... 

No puedo soñarte hoy, no estás en mi...
Tal vez apagues ese círculo que nos mantiene alejados. 
Esperaré a mañana, pero para mañana tengo una promesa tuya 
y no me dijiste que no. 

Cerrando los ojos y pudiendo sentirte en mil y un segundos 
en los que poder besar tu boca perfecta. 
Queriendo una promesa tuya, 
para que no me dijeras que no... 

Poder ser parte de una promesa 
o un "tal vez algún día" , sin decir "sí" definitivamente
en el que nada es concluyente, nada se termina todavía,
porque no me dijiste que no.

DÍA 55

DÍA 55 


5,52 km, en 37,11 minutos. No ha podido ser más... Me ha empezado a dar un tirón en la pierna derecha y he tenido que parar antes de que fuera a más... Pero no importa. Estoy muuuuy satisfecha.



Hoy es lunes y después del finde no se puede pedir más. Ayer en el campo, tuvimos una comida en la casa de mis vecinos. Había mucha gente que no conocía y por consiguiente, me corté un poco en comer, porque después del tercer trozo de panceta que me tragué, casi sin masticar, tal y como yo engullo la comida, varios de los presentes se quedaron mirándome con asombro... por lo que decidí parar un poco y ser más comedida... 
Qué lástima!!!. 
No comí pasteles, ni tarta... fui de una humildad franciscana encomiable....
 
Por consiguiente, hoy estaba perfectamente para salir a correr. 
Tampoco hacía tanto calor como el viernes, y además estaba un poco nublado, como tormentosa la tarde... Se podía correr a gusto, como así he hecho. 
Sí que había un poco más de gente paseando, muchas parejas dedicadas al amor (ay! la primavera!), abrazados, besándose o caminando de la mano... 

El único inconveniente han sido los millones de bichos que vuelan y te persiguen para meterse en tu boca y en tu nariz, y que no te dejan en paz... Y que hacen que yo corra con los brazos haciendo el molinillo para intentar no merendar "bichos al aroma del césped recién cortado", porque han cortado la hierba y olía a eso, a hierba... que, por cierto, es un olor muy, muy refrescante...