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Voy sintiendo la música cómo me va llenando:
Empieza en un poro de la parte más recóndita de mi pensamiento, y va subiendo la escala lentamente; de los sonidos más graves a los más agudos. Cubriendo de notas mis manos, barajándolas y haciéndome vibrar... Y me voy llenando.
Luego llega hasta los sueños, esos que van conmigo y que no consiguieron hacerlos desaparecer. Para lograr un mañana cargado de colores, en el que mis ojos no sientan el espacio vacío que antes tenía. Y me voy llenando.
Con las risas y las palabras. Esas letras que se anteponen muchas veces a mi boca, y no convierten lo que tengo en fango, se alojan en mi boca pronunciando a voces, el silencio de mis sueños. Y me voy llenando,
Y la música me habla, y se mezcla en mis noches cuando estoy sola, para poder ver la luna, hasta encontrarme a mí misma en esa media luz, cuando más recuerdos se amontonan, y se forjan las historias que amanecerán mañana, para seguir llenándome...
