lunes, 5 de mayo de 2014

LAS ALAS

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Quería volver a ser libre y me cosí una alas.
Intenté que no se me cayeran, pero yo sola las había cosido mal. Me resultaba difícil llegar a la espalda con las manos hacia atrás.
Eran las primeras alas que tenía y estaban hechas de papel. A la mínima brisa se rompieron y tuve que hacer unas nuevas. 

Las siguientes eran de tela y resistían algo más. Aunque aún oscilaban cuando arreciaba el viento y la sensación de caída libre me angustiaba por completo.
Cuando podía volar, lo hacía muy bajo e insegura. No tenía estabilidad ni fuerzas, pero lo intentaba una y otra vez.
Al llegar al destino de todos los días, el cansancio y el dolor amenazaban con dejarme caer al abismo. Tal vez, en algún momento me precipite al vacío. A lo mejor no puedo salir tan deprisa como yo quisiera, pero el intento es continuo.

Las alas que llevo son endebles y se doblan a cada instante, pero son mías.

Todas las noches las remato y les pongo un parche. A veces, dos.
Les quito el polvo que se adhiere durante el día, y las lavo para mantenerlas en óptimas condiciones.
Al día siguiente, vuelvo a desplegarlas e intento el vuelo. Cada vez más alto. Cada vez más lejos... 
No siempre se consigue. Pero vuelvo a probar, aunque no disponga de energías acumuladas. 

Sé que mañana, cuando consiga unas alas de verdad, ya no tendré que esforzarme por elevarme hasta el cielo. Podré hacerlo con solo un pequeño impulso, y esas alas se extenderán en toda su magnitud y aletearán con fuerza, llevándome a volar para descubrir la vida. 

DÍA 58

DÍA 58

No he podido correr... Empecé ya mal... y acabé peor...
He salido más tarde que los otros días... a las 18:15 h. más o menos... No había tantas pelusas flotando en el ambiente, pero hacía un calor del demonio!!! . Como siempre, en el parque, no había casi nadie, por lo que se puede correr con mucha tranquilidad y bordeando fuentes, árboles, bancos... con esa sombrita y ese frescor... pero aún así, el calor era espantoso...
Esa presión que siento desde hace tiempo, ha vuelto otra vez, y no me dejaba respirar con facilidad, por lo que sentía que me ahogaba, y las endorfinas no han podido vencer, en esta ocasión, la sensación de tristeza que llevo alojada en mi estómago. No he podido ni con 4 km. Poco a poco iré deshaciendo el nudo y volveré a ser la misma. Es mi objetivo más inmediato...

Por otro lado, cuando ya regresaba a casa, que por cierto me he venido por el paseo de la Av. de Hernán Cortés, me he cruzado con un viejino (no mi viejino de siempre, sino otro), que iba con un "garrote" en la mano, y que, al llegar a mi altura, se ha venido hacia mi...
Instintivamente, he dado un salto a la izquierda porque pensé que iba a golpearme con el bastón, pero se ha echado a reír y me ha dicho a voces: "Que vas mú coloráaaaa!!!!". Oye, qué susto me ha dado... y encima esas voces, que se han escuchado en toda la Madrila. Pero, claro, me he dado cuenta que llevaba los cascos con la música y a lo mejor el viejino pensaba que no le escuchaba... A mí me ha dado un ataque de risa...como siempre me pasa en estos casos, y gracias a eso, en parte, se deshizo el citado nudillo, aunque al cabo de un rato volvió a instalarse en el mismo lugar y con la misma intensidad de siempre... En fin... Esperemos que el miércoles tenga mejor salida...
Por cierto... he ido a ver a cierta amiga a su trabajo, a una agencia de viajes muy famosa y me he enterado que este mes de Mayo...TIENE CANÍCULAS!!!! como cuando íbamos al cole de pequeñas y nos daban la tarde libre.... Ándale!!! Para una vez que iba a darle una sorpresa, armándome de valor y subiendo sin resuello los millones de escalones que hay desde el Parque del Príncipe hasta la Oficina, no estaba... Snifff!!!!