miércoles, 15 de enero de 2014

VOLAR

- 107 -

El frío me calaba los huesos, y no me dejaba respirar,
apretando los dientes avanzando con la cabeza bien alta.
El cuerpo se ensanchaba buscando el aire que me faltaba,
y los ojos se llenaban de lágrimas por el esfuerzo y la tensión.

Casi en las puertas de la parálisis mental,
me detuve a observar cómo mis pasos se adelantaban al camino
sin llegar a ningún sitio, sin notar el cansancio y el paroxismo.

Cuando vi mis ojos fijos en el cristal de mi vida,
me detuve un instante para pensar y sentir el miedo.
Ese miedo que me llenaba de tristeza y melancolía,
y no queriendo llegar a la desesperación, me sobrepuse y salí corriendo.

Los obstáculos caían encima de mi cuerpo, lacerándole,
la ventana se abrió y dejó que se colara el olor de la vida,
y el viento disipó las sombras que se cernían en torno a mí.

Quedé libre y dispuesta a volar,
extendí las alas poco a poco e intenté dar el salto al vacío.

Llegando a colarse por los entresijos de mis días,
la esperanza del invierno me invitó a salir para buscarte ....




DÍA 36

Día 36

He corrido los 5 km bastante bien, al principio. 
Pero he acabado con la lengua fuera...completamente exhausta, porque he empezado a correr por las cuestas... y es muy, muy duro... pero lo he conseguido que es lo que importa... 
Esta tarde había más gente corriendo que paseando, sería por el frío, y la tarde desapacible, aunque no ha llovido y ha sido una pena. 
Cuando más alegre iba yo por esos caminos de tierra de mi Parque, corriendo a buen ritmo aunque con molestias en el gemelo de la pierna izquierda, me ha sobresaltado un coche tele dirigido que raudo y veloz se desplazaba por donde yo iba, y plash! un salto para esquivarlo, seguidamente... plash!, otro salto para no pisar a un miniperro que corría detrás del vehículo tan alegremente, y al subir la mirada me encuentro con la risa desternillante del dueño del perro y del coche, un tío hecho y derecho, ...supongo que riéndose de mí y de mis "saltitos sobresaltados". 
Tse!! que creo yo que ya no tiene edad de ir a jugar al Parque con un apartito de esos... pero de repente me acordé que a un amigo mío le habían regalado los Reyes un helicóptero y que jugaba con él por el salón de su casa... 
Ay!!!! En fin, que al final empecé a reírme yo también y no he parado hasta llegar a casa... Si lo que no me pase a mí...