martes, 21 de febrero de 2017

Día 107. Día 1 del año 4

Día 107
Día 1 del año 4

     Parece mentira, pero no escribía nada de mis "correrías" al menos desde hace un año.
    Aunque he salido al parque en otras ocasiones, no he tenido ganas de poner ninguna crónica.
    Contaros que el parque está empezando a salir de su letargo invernal poco a poco.  
   Algunos árboles ya tienen flores, preludio de los primeros coletazos primaverales. Eso ayuda a que el ejercicio se me haga más llevadero. El paisaje invernal no me gusta mucho. Los árboles parecen dormidos y desnudos. Como sin alegría.
 
    He trotado con paso suave, sin prisas, ni agobios. Hacía mucho que no lo hacía y no quería fastidiarlo con tirones, dolores musculares u otras causas. La primera cuesta, bien. Sin problemas en un principio. He subido a buen ritmo y cuando he llegado arriba, creí que había llegado al final de mis días. Aún así seguí trotando, casi con ritmo, menos alegremente que durante el primer kilómetro, intentando no pensar en el cansancio, en la bolsita de aire alojada en el costado, en la falta de respiración, o en las piernas que me pesaban un montón.
 
     En el segundo kilómetro, venía la prueba de fuego: la segunda cuesta. En una décima de segundo mis piernas (ellas solas, sin contar conmigo para nada), han optado por seguir el caminillo que estaba al lado y trotar por llano, pasando totalmente de la cuesta. De esa manera he podido llegar al tercer kilómetro sin pensar en mis últimos instantes de vida.
    Porque debéis saber que, al tener kilos de más, es como llevar una mochila con peso repartido por todo el cuerpo. Y lo que antes era un pequeño esfuerzo, ahora se ha convertido en algo mucho más pesado y con mucho más esfuerzo. No sabía que el culete podría a llegar a pesar tanto, hasta que he tenido que subirlo y bajarlo por esos caminos...
 
     Pero lo mejor ha sido que, cuando creí que ya no podría más, todo se ha regulado, he trotado el último kilómetro muy cómoda. A mi ritmo. Con mi música, en mi mundo interno...
 
    Ha sido muy bonito. Las endorfinas han vuelto a mí. Espero que se queden una temporada por aquí. He vuelto a encontrarme con aquellas sensaciones que tenía cuando salía a correr... Espero que las agujetas me dejen volver mañana mismo !!