jueves, 31 de octubre de 2013

UNA CARTA

No pone la fecha, pero supongo que sería por 1982-1983, por el papel y el sitio donde apareció.

Introducción:

         ¿Por qué no puedo pensar como me pide el corazón?

     No tengo fuerzas para razonar y ver cómo se desvanece ante mí, el pequeño futuro moldeado firmemente con mis propias manos. El calor brota de mi cabeza y estoy a punto de estallar. Pienso que no todo es tan negro, existen puntos de vista maravillosos guardados dentro de cada caparazón de acero. La soledad, a veces, es la mejor solución, el silencio, con sus ruidos naturales, la lluvia y su canto de tristeza en una ventana que dé a una calle oscura, con un farol medio apagado por la niebla y de vez en cuando el chapoteo de un perro vagabundo; entonces es cuando piensas que el aire no está tan cargado, es cuando crees en la humanidad de nuevo, ante tanta paz, tanta quietud, todo eso crea en tu mente un nuevo mundo fantástico- Vuela hacia el infinito, libérate de una vez de tus viejos razonamientos y únete a nosotros, a nuestro canto por las mañanas, a nuestra oración cuando vemos la magnificencia de un crepúsculo infinitamente grandioso para nuestros ojos cansados, únete a nuestra alegría, a nuestra juventud, a nuestra riqueza de espíritu. No te dejes aplastar por esas pequeñas cosas que enturbian tu cerebro, obstruyendo tu imaginación para poder desprenderte de todo y poder empezar a volar... a volar tan alto, que llegues, algún día, a confundirte con una estrella.

La Carta:

     No sé el por qué de esta carta, no entiendo por qué me enturbian estas ideas, no sé nada, sólo que te deseo a veces...
      Imagino tu cabello color cristal, moviéndose en los áridos caminos, balanceándose entre las garras del propio viento, arrancando con su roce las hojas de los matorrales, secando las cosechas que unas manos cansadas trabajaron un día.
   Oigo tus pasos en la mágica noche, exhausta; casi sin sentido, puedo percibir tu respiración en el silencio de mi frío cuarto, entre mi propia miseria. ¿Me escuchas? ¿dónde te escondes ahora?.
     Mi grito es desesperado, te llamo pero tu camino aún no se ha cruzado con el mío. Marchas dejando secas las fuentes y un frío invierno a tus espaldas...
     No creas que tengo algo contra ti. Sólo tú puedes comprender el porqué de mi locura: vivo como un ser que no sabe quien es, estoy perdido entre la niebla del amanecer...
     Se ha consumido mi vela, ya no tengo nada, sólo tierra en donde poder esperarte en paz.

    A veces siento miedo, de tu belleza, de tu persona, porque no sé qué habrá detrás cuando me abraces y me acompañes a la otra orilla.
   Pero siempre enamorado de tus ojos vacíos, en donde se difuminan tristemente los dolores del mundo. Sin embargo, a tu paso, acompaña una misteriosa música, llena de notas dispersas por el horizonte por donde vienes con una sonrisa sin sentido en tus blancos labios y las frías manos extendidas al viento como queriendo abarcarlo todo.
     ¡Con qué dulzura das el último beso! ¡Con qué ternura recoges a los miserables como yo, de este mundo que ya no sabe ni siquiera su nombre! Ayudas al pobre, a los que miran con desesperación el vacío, a los que saltan con un golpe su vida en pedazos...

     No, yo no quiero llamarte, prefiero escuchar los segundos que pasen deprisa, y esperar, siempre esperar, pero no robes mis sueños con tu voz grave, tu maravillosa voz susurrante en los oídos cansados de vivir.
     ¿Por qué te amo y te temo?

     NO ERES MÁS QUE UN TROZO DE OTOÑO UNIDO AL SILENCIO.
            
     Estoy solo con mis recuerdos momentáneos, mi eterna muñeca de porcelana rota en mil pedazos, en mil ilusiones, mi fantasía desperdiciada entre tanta miseria y sueños fatuos que no sirven de nada. Mi alegría me abandona por segundos, parece como si el invierno tardase en su cita con el tiempo. Siento helarse mis huesos, secarse mis venas por la tenue luz que se filtra en mi ventana. Se ha apagado el fuego, las cenizas lo ocultan y tengo frío, un frío vacío de miedo y angustia...

     De nada sirve verter lágrimas sobre el compañero dormido, ha cerrado los ojos en silencio, sin una queja, dándote las gracias por tus caricias y le has dejado las manos ateridas, sin pulso, inertes...
     ¿Qué será de mi, si no me llamas?
     
     Mi canto ahora es de tristeza, la gris mañana despierta en mi alma un nuevo cansancio, una nueva decepción. Sólo podrá salvarme ese rastro de primavera que guardo en el último rincón de mi pobreza; Ese pasado, esa niñez: mis cuentos, mis poemas, mis canciones...          Toda mi vida plasmada en un papel amarillento, todos mis pensamientos, mi maldad, mi orgullo, mi cobardía, lo bueno y lo malo de mi persona está aquí ahora, entre mis dedos, pero uno a uno voy destruyendo todo, ni un rastro queda de mi vida, ni una sola gota de sangre queda para ti... 
   Me marcho al camino, para andar lo desandado, para madurar en mi locura, desfalleciendo entre la razón y los impulsos que me obligan a desearte. Pero mi tristeza se va amoldando a mi carácter, está confundida entre mi piel y ya no soy nada sin su compañía. Andaré mientras me duren las fuerzas, andaré para alejarme de ti... 
     
     Quisiera tenerte, pero cada vez que intento besarte, todo mi ser entero te huye, cuando tengo entre mis manos tus señales, mis ojos miran a otra parte para alejarte de mi mente, por eso me marcho de tu camino, para olvidarte y sentirte en mis recuerdos, y cuando en un futuro, tu cara de cristal pose ante mi mirada, me entregaré a ti, libre de toda atadura, con el alma henchida de gratitud, de amor, de felicidad... Y juntos bajo el cielo iremos, con las manos unidad, hacia tu morada, en donde habitas en soledad aguardando mi llegada, en tu lecho de paja, que huele a frescor de campo, a hierva verde, a rocío... Viviré eternamente poseyéndote bajo tierra, bajo las flores silvestres en compañía de la verdadera libertad, de mi única libertad que eres tú.   

GALICIA


(Escrito el 14 de Agosto de 1984)

Una mano de vida se ciñe sobre el cemento, presionando los ojos de los que andan, y se despierta la luz, la sombra y el recuerdo de una noche olvidada...

El puerto nace con el día, movimientos de olas y barcos, que, abrazados chocan unos con otros, mientras el sol se muestra entre las nubes... sin daño, sin fuerza, tímido y sobrecogido, confundiéndose con el cielo, que comienza a ser azul, y el agua se empapa de esa claridad convirtiendo la mañana vacía en estelas de vida, verdes como esperanzas, algas y rocas, movimientos de aguas, naciendo y muriendo a cada instante.

Y estoy allí, en el centro, recorriendo mis pensamientos apagados, encontrando la lucidez de mi mirada y mi añoranza por lo que aún veo y no puedo grabar en mi interior. Esta sensación de grandeza, cuando luchas contra el viento, cuando enreda tus cabellos y vestidos, cuando hace llorar tus ojos. Quisiera plasmarlo dentro, no olvidar jamás, ni sus colores verde-azul, sus campos y casas, sus pinos y su mar...

Quedan aquí en su historia, de la que ya formo parte, y me llevo trozos de su imagen, trozos de sus sentimientos, de sus minutos trabajados, gotas de sangre de sus manos..., y jamás olvidaré hasta que algún día, vuelva a pasar de largo por aquí, sin poder gritar ni llorar... la hermosura de este pueblo, en la línea del horizonte.

PORQUE TENGO FRÍO

Cada vez que siento frío, se mecen mis sueños al abrigo de tus brazos, mientras la noche se cierra y me atrapa entre el cristal y esos sueños...llenándome de nostalgia y congelando mi sonrisa en los labios, y las palabras no se forman en mi voz. 

Te llamo, me miras, suspiro, me miras, te quiero, me miras, no te tengo... 

Y cada vez que escucho los acordes del viento, me intimida y me enloquece... anhelo tus brazos y no entiendo ¿qué otro cuerpo estrechas entre ellos?. Otros labios te besan y yo me siento vacía.

Deseo, porque tengo frío, y no encuentro el momento, ese que ya no es mío, el que fue un día y no tengo, el que no tengo porque no quise, el que quise y no vuelve, regresando entre nieblas, y tengo frío de nuevo, llamándote y escuchando, llenándome de ti sin verte, sin oír tus palabras en la noche, teniendo frío porque no vuelves...



DÍA 19

19ª DIA 

Hoy sí que he batido mi récord, he bajado de 35:18 a 32:39!!!! 

Oleeeeeeéee por mí. 

Y eso que no he parado en todo el día, puesto que me he pedido el día de hoy, y me he ido con mi amiga y no obstante compañera de trabajo, Reme, al mercado franco, y nos hemos tirado allí TODA LA MAÑANA, mercaíllo pa´rriba, mercaíllo pa´bajo... 

Menos mal que me ha cundido un montón, puesto que me he equipado para salir a correr en invierno: calcetines, mallas, cortavientos, camisetas de manga larga... en fin, que he vuelto contenta y satisfecha. 

Luego, durante la salida, he ido pensando en el relato de esta noche y os anticipo que va a ser un poco (pero sólo un poco) subidillo de tono... es que las endorfinas se me suben a la cabeza y dejan volar la imaginación de una manera que, ya...ya... y es que hoy no había nada significativo en el Parque, por lo que mi cabecita iba a toda pastilla. 

(De ahí, también, el récord de hoy. Jejejeje). 

Hasta el lunes, que el viernes me voy a asar las castañas.

miércoles, 30 de octubre de 2013

ENTRE UNA NEBULOSA...

- 32 - 

Ayer soñó contigo: 

Venías a través de la nebulosa, acercándote hasta llegar a su lado. 
Tus manos recorrieron su cara, y tus dedos acariciaron lentamente sus labios, dejando escapar un suspiro de anhelo. 

Se perdía en tu mirada y tus ojos la envolvían entre el fuego, haciendo saltar un latido de su corazón... 
La estrechabas entre tus brazos, susurrando palabras que se perdían en la niebla y juntándoos hasta casi fundiros. 

Notaba en su vientre tu deseo, duro y firme, haciéndola estremecer con descargas eléctricas que recorrían los puntos más ardientes de su cuerpo, soñaba contigo y casi era real, cuando tu boca se cerró sobre la suya, y tu cálida lengua exploraba sus sentidos, profundizando en una danza que iba más allá de la pasión. 

Las ropas os estorbaban y empezasteis a desnudaros poco a poco vuestra vergüenza, 
mientras el rubor subía y bajaba, y los gemidos llenaban de vaho la habitación. 

Despertó sintiéndose vacía. Te echaba de menos porque no eras suyo.
 Gritaba tu nombre entre las sombras de su cama... desesperada, perdida, sin ti... porque, después de todo, ni siquiera te conocía, perteneces a sus sueños más profundos, más íntimos, más ardientes...

Por eso, allí estabas siempre, para siempre, para ella...

entre una nebulosa.  

POR FIN, AL FINAL



- 32 -

Mientras pasaban los días, y sus pasos se perdían por otras calles, ella esperaba.
La mirada se le iba gastando conforme pasaba el tiempo, y cuando al fin aparecía por la esquina, su corazón saltaba de gozo...
Esos segundos, esos minutos en los que sus ojos se cruzaban y casi llegaba a hablarle... diciéndole en silencio todo lo que guardaba en secreto.
Su corazón latía cada vez que aquello pasaba, todas las veces... hasta que comprendió que no quería conformarse, y se tragó su orgullo y la vergüenza, se levantó de su silla, bajó las escaleras y lo esperó en la esquina... 

hasta que él llegó.
La miró reconociéndola.
Había pasado mucho tiempo, su rostro acusaba el cansancio y el paso de la vida. 

Ella sonrió y la sonrisa viajó de su boca a su mirada y fue entonces cuando él...acercándose..., le cogió las manos, y posando sus labios en los de ella, levemente, le dijo entre susurros: 

- "Viniste y yo te encontré...por fin, al final"

martes, 29 de octubre de 2013

AMIGAS

- 31 -

(Escrito en 1981, con 16 años, y está dedicado a mi amiga del alma Milagros. Para ti, Micro, por todo, por siempre...):

Eres como el agua, transparente corazón lejano; 

como la niebla, húmedas manos bañadas en rocío, tus labios infinitos se posan en mi alma, y tus brazos abiertos me brindan el mundo entero. 

Bajo el cielo inmenso, bajo la luna blanca, me miras entre sueños... 

Brillantes como estrellas son tus ojos y escucho tu voz como entre una lucha del mar y las rocas... 

Sé que en tu pensamiento vuelo hacia el horizonte, siempre libre y con el alma dispersa.

También sé que tus pasos caminan junto a los míos; ahora incluso, la libertad se asoma ante nosotras, porque las flores de la vida nos sonríen y nos hablan...nos dicen palabras sueltas, murmullos, risas, canciones... 

y brillamos y somos como el viento y como el mar, como la brisa fresca del amanecer de cada día, 
para traernos la una con la otra, en una AMISTAD que se escribe con mayúsculas.

lunes, 28 de octubre de 2013

DÍA 18

18ª Día:


 Hoy he hecho peor marca, debido fundamentalmente por tres razones:

1.- He salido una hora antes, debido al cambio horario y a que anochece antes. Por consiguiente, a las 17:30 h. ya estaba corriendo. Teniendo en cuenta que salgo de trabajar a las 15:15 h., llego a casa a las 15:25 h., mientras como, recojo, me cambio y demás, las 16:15 h. Y no quiero salir muy tarde porque una es una miedica de cuidado, y no quiere que se le haga de noche por ese parque..por lo cual la digestión no estaba hecha del todo y lo he acusado.

2.- La pequeña mota de gas que siempre tengo instalada en mi omóplato derecho, se ha convertido en una inmensa bola que me aprisionaba las costillas y no me dejaba respirar bien. Debido, igualmente, al cambio horario, y al haber comido la misma cantidad de comida que todo los días saliendo una hora antes.

3.- El millón de bichinos que siempre está bajo un árbol en concreto, hoy se ha desplazado en bloque, mucho más al norte; pero mucho más. Por consiguiente, cuando he pasado por donde siempre están de tertulia, allí no había nada y me he confiado... y claro, al pasar por donde estaban hoy de cháchara, la mitad de los bichinos voladores los he aspirado, metiéndolos por mi nariz, haciéndome estornudar, toser, gemir, despotricar en su contra, maldecir, escupir, hacer aspavientos... todo ello en un microsegundo. Y por qué? Por qué este cambio de sitio?. Pues seguro que por el cambio horario.

Conclusión: Me gusta el invierno como a la que más, me encanta el clima, el frío, la lluvia y todo lo que se asocie al otoño y al invierno... pero me cagoendiez, no me gusta para nada, el horario este, no me gusta que se haga de noche tan pronto, y que no tengamos luz... Si es que no se puede tener todo en esta vida... está claro. Hasta el miércoles.

PALABRAS

- 30 -
Hablaba con él mientras burbujeaban y chocaban unos con otros sus pensamientos, revolviéndose, estallando, subiendo y evaporándose... yendo y viniendo,... confundiéndose en el tiempo, después de tanto tiempo.

Hablaba con él, y no sabía qué decirle. Sus palabras se evaporaban y quedaban sin fuerzas. ¿Cómo expresar sentimientos que ni ella comprende?. Las letras no se formaban a su gusto, querían revelar más y se quedaba siempre en menos... Sólo son sensaciones, tan profundas que siguen hirviendo en su interior, pero tan intensas que no las puede dejar escapar...

y hablaba con él, y no le contaba... sólo hablaba con frases vacías sin llegar a ninguna parte. No le desvelaba sus inquietudes, ni el fuerte palpitar en sus venas, cuando sabía que ella estaba en su cabeza, sin conocer si también anidaba en su corazón. 

Y hablaba con él, y no le decía nada, y él le contestaba entre líneas, sabiendo que allí había algo más, intuyendo que entre ese desierto se formaba un estallido sin llegar al final. 

Y hablaban, y hablaban y sus voces eran mudas, no se atrevían a dar, recelaban al recibir... para no ir más allá, para no tener que confesarse abiertamente, y decirse que, después de todo, allí estaban, de alguna manera... juntos.

domingo, 27 de octubre de 2013

EL DEL GARBANZO Y LAS 14 HORMIGAS

- 2 -

Érase una vez un garbanzo, -para ser más exactos, un garbanzo tierno, cocido-, que había escapado del cuenco de la comida del gato y descansaba plácidamente en el suelo, tomando el sol; 
Y éranse, a la misma vez, 14 hormigas en busca de comida para almacenar, ávidas de llevarse toda la que podían.
 Encontraron al garbanzo y le rodearon, una se quedó fuera como dando instrucciones:
 “-Tirar hacia allá, traer por aquí...”. 
El garbanzo empezó a moverse primero a la izquierda, luego a la derecha, hacia delante... sin rumbo fijo. 
Las hormigas no se ponían de acuerdo y frustradas, la mayoría y a la misma vez como si hubieran escuchado una orden, se retiraron y se fueron a toda pastilla en busca de otra cosa mejor. 
Sólo quedaron 4, cada una en una esquina. No entendían que así no iban a ninguna parte, todas tirando hacia distintos sitios... luego quedaron 2, una frente a la otra... y tampoco... pero, ¡qué tercas!.
De repente, una sombra cayó sobre ellas, el gato abrió la boca y garbanzo y hormigas desaparecieron, se lo comió todo y las tercas de las hormigas no se soltaron del garbanzo ni cuando vieron que iban a formar parte del organismo gatuno. 
Lo que es la vida!!!! Y para que veáis que es una historia verídica, os dejo una foto de una parte del evento que ha tenido lugar esta misma mañana.

PARA TI...

29.- Relato. (Escrito en 1979... Y es para ti, que en algún momento fuiste algo muy especial):

- ¿Sabes quién soy?: soy la transparente nube que vuela envolviendo con mis alas tu alma libre. Soy como el agua que cae como un beso sobre tus labios, empapando en ellos mi dolor. Soy como el viento suave, que recoge mis lágrimas y las convierte en estrellas...

- ¿Sabes a dónde voy?: voy con el polvo para arrastrar como ellos una tristeza olvidada. Voy, tal vez, con las aves buscando un sitio en cualquier árbol para ser feliz.

- ¿Sabes qué quiero?: quiero tu mirada lejana, fija en cualquier punto del horizonte. Quiero tus sueños y acariciarlos en la noche bajo el manto de la luna. Quiero tu voz para embalsamar con ella mi corazón cansado y frío.

- ¿Sabes quién te quiere?: Te quiero yo, porque mis manos solo necesitan el contacto de tu piel. Te quiero yo, en las noches oscuras, cuando el frío penetra en mis huesos y estoy sola. Te quiero yo, porque en ti he encontrado la sonrisa cálida que siempre soñé.

sábado, 26 de octubre de 2013

DÍA 17

17ª Día

Pues sí, aunque no os lo creáis he salido a correr. 
Con mis endorfinas a cuestas, porque no he sido capaz de quedarme en casa... no llovía mucho, pero algo caía y ha sido FANTÁSTICO... 

Esta vez si que no había casi nadie, sólo otra gilipollas como yo corriendo y un par de personas con perro... lo peor ha sido que he elegido una música muy ñoña y me hubiera gustado ir escuchando a AC/DC como otras veces o a KISS, muy cañeros... pero en fin, otra vez será. 
No he visto a mi viejino hoy, lo mismo el muy ladino, no ha salido para no mojarse. Qué pillino. Creo que le faltan la mitad de los dientes y cuando se ríe está muy gracioso. No, si al final hasta le voy a coger cariño... 

Por cierto, no me había limpiado la cara del maquillaje, y como estaba lloviendo un poco, pues se me ha corrido un poco el rímel. Podéis imaginaros qué cuadro mi cara, y yo sin darme cuenta, claro, hasta que he llegado a casa y me he mirado en el espejo... 
Por eso, de camino a casa, por las calles de Aguas Vivas y al cruzar Hernán Cortés (que ya había gente), me miraban con cara rara... y yo pensaba que era porque como había salido a correr con la lluvia creerían que estaba un poco... pues sí, además de eso, era porque LLEVABA LA CARA LLENA DE CHURRETES NEGROS del p...o rímel. 

Bueno, hasta el lunes.

COMO LA LLUVIA...

- 28 -

No sé cómo empezó todo. 

Tal vez fuera un sonido, una palabra escrita, un olor o una sensación... 
Aún no lo sé. 
Sólo conozco lo que ya presiento... mi pensamiento explota en pequeñas partículas que se van difuminando cayendo sobre mí, 

como la lluvia... 

Hoy era la lluvia, libertadora, pura, limpia... mojada...
Esquivo una y mil veces todo lo que me hace daño, resbalando por mi cuerpo, 

como la lluvia... 

Se va repitiendo mi vida, lo que fue ayer, lo que es hoy, lo que vendrá después, es mi manera de salir de la rutina, de esta espiral en que se convierte todo lo que me rodea, para poder vivir... 

como la lluvia, 

con esa cadencia, el ritmo, su sonido, cómo se convierte en música, que me cubre de notas y le va dando ritmo a mi corazón... 

los minutos, los segundos del reloj de mi existencia, aquí dentro, en mi pecho... acunando lo que siento, cómo lo siento, 

igual que la lluvia... 

con su susurro, el chispear en los charcos, salpicando mi cuerpo en gotas que van cayendo, igual que las lágrimas, pero sin tristeza, sólo con esa sensación de libertad que te proporcionan tus propias sensaciones, cuando las tengo, 

como la lluvia...

formando corazones en el suelo pero, que esta vez, no son de tiza...

viernes, 25 de octubre de 2013

PENSANDO EN ÉL

- 27 -

Se siente frustrada mientras se muerde las uñas en un gesto involuntario, pensando en él...

Ya tenía su vida parcelada y completa, no había ningún hueco que llenar... hasta que él llegó... con su sonrisa y sus palabras de amor escondido sin pronunciarlo exactamente y que se traducía sencillamente entre líneas...

Sabiendo que él siente lo mismo... Sin atreverse a que salga a la superficie ese "algo más", que está revolviéndose en sus corazones cada vez que se miran. 

Y aún así, saben que ya hace tiempo que ni si quiera sus miradas se cruzan, que donde laten es en su pensamiento y en su imaginación, siempre reviviéndolo ahí, en sus ojos, sin tener derecho a reclamarlos como suyos... 

Le echa de menos, y solo espera ver el puntito verde que le diga que al menos, por allí...y en ese momento, está junto a ella, acompañando sus noches vacías y sus recuerdos...

jueves, 24 de octubre de 2013

DÍA 16

16ª DIA 

Por fin hoy he salido a correr y me he reencontrado con todas las sensaciones buenas que me dejan estas endorfinas que se liberan en mi cuerpo. 

La verdad es que todo estaba igual, un poco más solitario, pero supongo que es por el tiempo. 

Dos o tres perros con sus respectivos amos, algunos caminando, otro corriendo, y poco más... 

Bueno... y mi viejino, que también andaba por ahí. 

Resulta que casi “jocico” (dícese de la acción de aproximar el suelo con el “jocico”), de un tropiezo y cuando levanto la vista (para ver si alguien me había visto y pasar un rato de vergüenza...), ¿a quién me encuentro riéndose? Pues a mi viejino que va y me grita:

 “que te me vas a caer, hermosa...!!”. 

Entre el corte y el ataque de risa que me dio, me produjo una tos que hizo que acelerara un poco para alejarme de allí e inmediatamente instalar alegremente la pequeña motita de gas en mis costillas, que fue subiendo hasta el omóplato derecho (su lugar favorito) y quedarse ahí hasta el próximo día. 

Por cierto, he bajado un poco mi marca...nuevo récord. Bieeeeeennnnnn!!!!

 y de los 300 millones de bichinos, ya no quedan más que 100. El resto forma parte de mi organismo. Me los he comido todos. 

Hasta el viernes.

PARA MARILAR

- 26 - 

(Este lo escribí en 1981. Tenía 16 años. Está dedicado a mi amiga Pilar Borrega. Marilar: para ti con todo mi cariño, que ya dura desde entonces...): 

Callada, indecisa, siempre romántica... 

Caminas sobre nubes, besando con tu paso, las estrellas del cielo. 

Tus ojos limpios se abren sobre las conchas de mi océano transparente, y tus sueños de cristal se rompen en mil pedazos cuando de tu alma se escapan las lágrimas... 

Miras hacia el horizonte con la esperanza de encontrar ese algo con qué llenar tus manos vacías, buscas desesperadamente tal vez, algo que te haga feliz... 

Gritas a las sombras, siempre inconformista, esperando que te envuelvan, pero solo recibes la brisa del viento que te besa en la cara. 

Hablas con las estrellas que cantan a lo lejos, pero crees que no te escuchan... 

Entonces, tus labios, se posan por fin en la mágica luna y ella te rodea con sus brazos llenos de amor, porque por fin llegaste, después de tantas cosas... 

llegaste para quedarte para siempre.

miércoles, 23 de octubre de 2013

LA LLUVIA CAÍA...

- 25 -

La lluvia caía limpiando los retazos que iban dejando mis recuerdos de ti... 

Ya no me producían escalofríos ni tu olor, ni tu sabor...

 Los charcos que iba dejando el tiempo, mojaban mis botas en el camino. 

Lo había recorrido largamente para llegar hasta aquí, ahora, cuando ya no quiero sentirte. 

Es hora de dejarte marchar, es hora de no querer sentirte más...
el dolor se había instalado en mi corazón, y se deshacía lentamente en un último adiós. 

Después de todo, todo vuelve a empezar, en un nuevo renacer... entre el agua y el viento, más limpia, más libre... 

Quiero volar, quiero ser como esa nube que cruza el cielo, sin amargura, sin tristeza, poder llorar para limpiar el alma, como si el aire no llegara realmente a mis pulmones, ni el pulso bombardease continuamente mi corazón. 

Como si éste se parara ahora, y no me dejara ninguna sensación, ninguna chispa que aumentase mis latidos. 

Escucho la canción, subo el diapasón para poderla retener infinitamente en mi cerebro, mientras se desmigajan los pensamientos en miles de segmentos, cada uno con un color diferente y envolverme en ellos, elevando un grito libertador al cielo.