domingo, 22 de junio de 2014

EL LIENZO BLANCO...

- 252 -

Era del todo blanco…

Un lienzo frío y sin formas que iba soñándose a sí mismo, mientras inventaba una gama de colores en cálido ambiente de luz…

Era blanco y vacío, sin notas, ni voz…

Cargado de musicalidad entre las cuatro esquinas que lo delimitaba y a la misma vez lo extendía hasta el infinito…

Tan frío era en la noche, sintiendo las luces que vagaban entre los trazos de agua, mientras la lluvia caía en el silencio de un sentimiento…

Poco a poco, una imagen hacía visos de querer sobresalir entre las sombras, un color opaco, sin brillo aún… como sus pensamientos…

Ahondaban entre su corazón y el final del pincel, creando un mundo en el que la magia trasnocha y se transforma en ráfagas de luz…

Al acercar su sensibilidad al horizonte, mezcló sus sueños y el recuerdo de un día.
Y aquel blanco que empezó la tristeza en la tarde, se tornó color a medida que mezclaba su vida con el aceite.

Dejando un atisbo de serenidad entre mis ojos, mi alma y su arte…

NADA TENGO AHORA

- 251 -

Nada tenía entonces, 
nada tengo ahora. 

El tiempo se para cuando empiezo a contar. 
Una sonrisa o una sombra velada en su mirada 
ahogando el momento de saber si estoy aquí o no. 

Una luz marcando el ritmo de la vida; 
mientras,  el sonido me va proporcionando la cuenta atrás. 

Estoy aquí. 

Entre colores de la noche, 
sonidos estridentes que descomponen la realidad para distorsionarle 
devolviéndome el amor sin estrenos. 

Nada tenía, porque estaba empezando. 
Nada tengo ahora porque no me lleno de él. 

Tan lejano y distante, 
ese desconocido que me provoca sensaciones encontradas y mudas. 

Para mí no hay salida. 

Las ilusiones se van colocando sin quererlo, 
para abrir una puerta a la esperanza 
que voy despertando a cada pulso de piel. 

Nada tenía antes de saber de él. 
Nada tengo ahora que pasa a mi lado 
sin saber que es mi latido lo que escucha. 

Mirando sin ver a lo largo de mis ojos, 
encontrando sombras y manchas sin identificar. 

Para cuando me encuentre, 
tal vez ya me esté marchando. 

Cerrando tramos y escuchando el eco de la lluvia, 
que tal vez ahora, nada tenía, 
y sin embargo nada quiero tener.