viernes, 19 de junio de 2015

CERRABA LOS OJOS...

-360-

Cerraba los ojos y me sentía latir. Era tal la emoción que me llenaba, 
que sólo quería llorar por descargarme. 
Reír con fuerza, gritar al viento... 
mecer la brisa entre las manos, vaciarme de todo y sentir...

Cerraba la mente y dejaba dentro la vida en palabras. 
Las letras que nacían del fondo, 
los sonidos que parten de ella,
 las notas que viajan 
entre las frases de cada poema...

Cerraba los puños y sentía la luz en la rabia de la risa. 
Eléctricas partículas que estremecían mi cuerpo y mi mente 
regalándome esa energía que emanaba de ti 
y que siembre vuelve contigo.

Cerraba mi boca y me quedaba en un beso. 
Los labios que abrían la tarde entre tus brazos, 
entregándome el sabor mágico de la esencia del amor...

Cerraba mi cuerpo y te sentía en mí, 
nadando a contracorriente y esparciendo tu tiempo entre los poros de mi piel, 
enredando en mis cabellos el grito mudo de la tarde 
que me entregas a cada instante, cuando estamos juntos...

miércoles, 17 de junio de 2015

EL BESO EN LA NIEBLA

-359-

Era la magia en la tarde, 
el beso en la niebla, 
el canto en silencio...

La luz de la mañana me dice sin palabras 
lo que vale una caricia,

Atrapo el recuerdo de tus ojos bañados en mí,
en el recóndito rincón donde yacen nuestros sueños, 
perdidos en la nada...

El color de la nostalgia 
aparece justo cuando tú no estás...
Borrachos de magia en la tarde sin fin, 
cuando aún no te has ido.

De las palabras guardo el olvido, 
naciendo el día en el beso en la niebla, 
en el silencio de una canción.

lunes, 15 de junio de 2015

ERA LA MAGIA LA QUE MOVÍA LAS HOJAS

-358-

Era la magia la que movía las hojas, 
trasladando el día a un anochecer sin límites. 
El aire me traía los recuerdos del otoño 
en una tarde de primavera. 
El sonido del viento suave que mecía los sueños 
al compás de mil notas en el camino... 
Mis pasos se detenían entre el fragor de la lluvia, 
y los pensamientos se arremolinaban en torno tuyo. 

Era la magia la que movía las hojas 
y los recuerdos de otras tardes 
en las que las lágrimas se agolpaban en mi garganta 
que ahora dan el júbilo y las ganas de vivir. 
Cada beso que dejo en tu piel 
me lleva a dibujar la noche a tu alrededor. 
Al conjugar la sonrisa entre la niebla 
que me trae un rato junto a ti, en este día tan vacío...

Era la magia la que movía las hojas, 
no queriéndose ir de entre la música que marca mi corazón. 
Al compás de los sentimientos que encadenas, 
haciendo jirones mi piel. 
Y me fundo en tu mirada de nuevo, 
como si nunca me hubiera perdido en ti. 
Tantas horas llenas con tus manos 
para regalarme un año... 

Era la magia, la que movía las hojas...
y mis pasos para encontrarte, 
después de tanto tiempo... 
Sí, era la magia, la que movía las hojas...

lunes, 1 de junio de 2015

ERA NOCHE CERRADA

357

Era noche cerrada y los párpados se cosían entreverados y dispersos, 
esperando el bullicio del sueño que tardaba en llegar. 
La voz cansada del día se mezclaba entre los compases de aquella música monótona que me ofrecía la sinrazón. 
Entre nebulosas y lagrimeo se mecía el consuelo del llanto. 
Y ese fluir de gotas inexplicables desde mi mente hasta la almohada... 

Era noche cerrada y no quería venir el sueño. 
De tanto trabajarlo se perdía escondido en los setos de aquellos recuerdos vanos que volvían en forma de rayos inmediatos y fríos. 
Ese golpeteo en el pecho, ese mullir de estampas, aquellos que nunca quise desgarrar en voces rotas. 
El eco silencioso me calaba el alma, mientras esperaba el siguiente minuto que nunca se iba. 

Era noche cerrada y a tantos dardos de vida, todo parecía perdido o encharcado.
Y ya cuando creía que Morfeo me acunaba, un golpe de tos vibraba de nuevo en mi cuerpo, relegando todo ensayo a la condena de volver a empezar de nuevo.