martes, 8 de julio de 2014

LA BÚSQUEDA

- 266 -

Cuando daban las doce dejaban de escucharse los sonidos monocordes del búho… 
No se oía el rumor del agua del arroyo cercano, como si una mano invisible paralizara las gotas de agua, y todo fuera quietud y misterio… 
No llegaban los sonidos silenciosos del eco de las pisadas que enfilaban por aquel sendero…tan oscuro y sinuoso como el mismo paraje… 
Daban las doce de la noche y era el silencio el que se imponía… como también lo hacía el miedo que se agolpaba en su cerebro e impedía que pensara con claridad… El sudor frío se quedaba pegado en su piel, junto con la sospecha de saber que algo acechaba a su alrededor cobijado entre las sombras… algo que no se atrevía a descubrir por miedo a saber la verdad…
Mientras avanzaba, iba notando que una luz mortecina le envolvía lentamente. Una luz de un brillo acabado y opaco que se iba cerniendo a su alrededor hasta casi asfixiarle, rodeándole por completo y obligándole a avanzar por el camino hasta llegar a un claro donde se bifurcaba en dos… Uno hacia un lado, el otro hacia el contrario…
La noche le seguía proporcionando una tensión inmaculada, de esas que estallan dentro dejándole con las ideas paralizadas. 
Connotaciones que tenía su mente y que se formaban como gotas acompasadas en la música de la lluvia otoñal… 
Así eran sus sentimientos por ella. Tan fríos y angostos… 
Por eso ella ya no estaba… Tan lejos quedó su recuerdo que simplemente se dejó ir… Y ahora, su figura se le antojaba como una especie de sombra que le seguía  a todas partes, para recordarle su error… 
Ella había amado tanto… que se quedó sin latidos cuando entendió el vacío en el corazón de él… Y ahora, por eso vaga entre las sombras. 
Porque la busca para pedir perdón… 
La busca para poder descansar… 
La busca para morir por ella otra vez…