lunes, 3 de febrero de 2014

ATRAPADA...

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Después del primer grito, vino el segundo... Estaba encerrada...
Arañó de tal forma la puerta de madera, que al poco tiempo ya no tenía uñas...
Una capa de motas de polvo se colaba, flotando, entre las ranuras de la pared...
No sabía dónde estaba....

El sonido de una música lejana le cubrió el corazón... una música lúgubre, triste... predominando las notas de un piano...
Pasos amortiguados por raídas alfombras se dejaban oír sin saber muy bien por dónde venían... Parecía que se acercaban... lentamente..., con una cadencia inusitada...como si, de alguna manera, fueran arrastrándose cansinamente...

Sentía en la garganta y en la lengua un ligero regusto amargo... Algo había hecho que durmiera sin sentido, para despertar en aquella habitación sin ventanas... Comenzó a toquetear las paredes en busca de algún resquicio que le permitiera salir a respirar... Mientras, el sonido de aquellos pasos retumbaba en el suelo, cada vez más cerca, más...cerca...

De pronto... el silencio inundó el lugar llenándola de inquietud...
Una respiración profunda y masculina se adentraba en aquel habitáculo cerrado, sorbiéndole el aire y cubriéndola de temor...

Despertó de su pesadilla sintiéndose sola, angustiada....
Las lágrimas rodaron por sus ojos como un bálsamo reparador...

Era su corazón...
Su corazón encerrado el que pedía ayuda...
Sin vestigios de poder dejarlo volar, notó el nudo que se formaba en su pecho...
Prisionero de no sabía qué cárcel, deshecho y herido...

Abriendo la ventana se permitió boquear el aire repetidamente hasta acompasar sus latidos a los ruidos de la mañana, para luego salir a la verdad de la calle...