jueves, 31 de octubre de 2013

GALICIA


(Escrito el 14 de Agosto de 1984)

Una mano de vida se ciñe sobre el cemento, presionando los ojos de los que andan, y se despierta la luz, la sombra y el recuerdo de una noche olvidada...

El puerto nace con el día, movimientos de olas y barcos, que, abrazados chocan unos con otros, mientras el sol se muestra entre las nubes... sin daño, sin fuerza, tímido y sobrecogido, confundiéndose con el cielo, que comienza a ser azul, y el agua se empapa de esa claridad convirtiendo la mañana vacía en estelas de vida, verdes como esperanzas, algas y rocas, movimientos de aguas, naciendo y muriendo a cada instante.

Y estoy allí, en el centro, recorriendo mis pensamientos apagados, encontrando la lucidez de mi mirada y mi añoranza por lo que aún veo y no puedo grabar en mi interior. Esta sensación de grandeza, cuando luchas contra el viento, cuando enreda tus cabellos y vestidos, cuando hace llorar tus ojos. Quisiera plasmarlo dentro, no olvidar jamás, ni sus colores verde-azul, sus campos y casas, sus pinos y su mar...

Quedan aquí en su historia, de la que ya formo parte, y me llevo trozos de su imagen, trozos de sus sentimientos, de sus minutos trabajados, gotas de sangre de sus manos..., y jamás olvidaré hasta que algún día, vuelva a pasar de largo por aquí, sin poder gritar ni llorar... la hermosura de este pueblo, en la línea del horizonte.

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