lunes, 10 de marzo de 2014

OTRA VIDA

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Dejando volar la imaginación una vez más, soñó con una vida distinta.
Esa que, creía, podría merecer. La que proporcionaba la tranquilidad que, intuía, tendría en circunstancias normales.

Su piel había adquirido una falta de brillo y envejecimiento que no tenía otra manera de ser que esa tristeza que se adhería a su cuerpo como un gen extraño y ajeno.Las mariposas que siempre habían revoloteado en su estómago, ahora no tenían alas y agonizaban en el fondo de su pena.

Pero, como siempre, por sus sueños vivía.
Sus palabras decían lo que su vida callaba, haciéndola vivir a través de otros ojos, esos que se asomaban a sus pensamientos, construyendo mundos en dónde poder pasar de puntillas por la vida.

De alguna manera quedaban allí, entre esas letras que se sucedían unas tras otras, llenándola de esperanzas y de ganas de volver a cerrar sus ojos y escapar hacia esa otra vida paralela en que sus sueños eran para ella sola, en que sus sueños podrían ser su realidad algún día. 
  

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