martes, 15 de octubre de 2013

AMIGOS (2)

- 17 -

(lo prometido es deuda...tercera entrega, continuación del relato 15)

Mientras estaban allí, en aquel coche, con aquella luz mortecina, sus labios la reclamaron y sus lenguas bailaron entre besos calientes y profundos; 

él la torturaba con latigazos de fuego y la encendía por dentro, mientras su propio cuerpo se tensaba y ardía sin remedio. 

La evidencia de su deseo era innegable, se alzaba orgulloso e implacable sólo con su pasión. 

El contacto entre los dos se volvía exigente y sensual, robándoles la capacidad de pensar... convirtiendo el deseo en ansia, en necesidad... 

Se aferró a sus hombros mientras él se tumbaba sobre ella, envolviéndola en su calor, extendiéndose por su cuerpo a oleadas, viajando por la sangre de él con intensidad. 

Ella le daba la bienvenida arqueando las caderas... 
Susurraba palabras roncas en medio del deseo que iban de su oído a su corazón... palabras que les hacían temblar... 

Los labios de él recorrieron el cuerpo de ella, presionando en su interior al mismo tiempo, hasta que lo albergó por completo rindiéndose. 

Ella no sabía lo vacía que había estado hasta que él la llenó, pronunciando su nombre en susurros rotos, siguiéndola hasta el paraíso... 

Entonces, en un estallido, sus cuerpos y sus mentes se esparcieron en mil pedazos...

3 comentarios:

  1. Deduzco que conducía él (el coche) porque ella tendría unos dieciséis años, no?

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    1. No, era un poco más mayor y más madura... aunque el inmaduro de la relación fuera él...

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  2. Qué grande! Yo de joven quisiera ser como él...

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