CUENTO 9
No sabía dónde caería
otra vez, me preguntaba si alguna vez iba a tener voluntad para
decidir por mí misma... no creía que pudiera elegir, mientras todo
siguiera igual.
Me sentía cansada y me
empequeñecía porque a veces, no entendía las reglas... No sabía a
quién me destinarían esta vez.
La última vez fue un
fiasco, una burla que se mofó de mí. A cada segundo. Por eso me
siento frustrada y sin ganas de volver a intentarlo. Pero no depende
de mí... Me siento avergonzada y aterrorizada por partes iguales...
Cuando empiezo un nuevo
plan, no sé si resultará... Nuestro Espíritu Mayor confía en mí,
y no puedo defraudarlo de nuevo... El invierno comienza ahora y es mi
mejor época... No quisiera saber muchos detalles para ir
descubriendo por mí misma todo lo necesario.
Trabajo mejor así...
Espero instrucciones... a
fin de cuentas soy un soldado.
En verdad formo parte de
los espíritus de la Naturaleza... la Fuerza que todo lo mueve, y de
donde nacemos todos... las personas y las criaturas mágicas, como
yo...
Mi ser es un compendio
entre la Lluvia y la Esperanza... es mi Naturaleza. Con ello cuento,
con ello vivo y con ello ayudo a las personas a encontrarse a sí
mismas...
No siempre lo consigo
porque no soy perfecta... soy tan insignificante...
Lluvia y Esperanza... Me
pregunto muchas veces por qué Ella me concedió dos significados tan
diversos... si parece que no tuvieran nada que ver... pero ese es mi
destino.
Voy descubriendo el por
qué e intento centrarlo en los demás espíritus, como si fuera una
parte de un todo... iré poco a poco descubriéndolo...
Tendré que mantener
contactos con otros conceptos, otras energías, más formadas que yo,
más perfectas... El Viento, el Amor, la Vida, la Tempestad, el
Temor, el Miedo, la Alegría, la Niebla... todos más importantes,
más completos... pero a mí me tocaron dos... ya veis...: Lluvia y
Esperanza...
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