miércoles, 2 de abril de 2014

DÍA 50

DÍA 50

Hoy he cumplido una de mis metas desde que empecé a correr: Llegar a los 6 km. 

Me ha costado mucho. Exactamente 50 días. Teniendo en cuenta que yo jamás había corrido 5 km. seguidos, llegar a 6 es todo un éxito !!!. 
Me encontraba muy bien cuando he salido y he pensado en dosificarme en las cuestas arriba y bajar el ritmo en las cuestas abajo. De esa manera no he desgastado más de lo necesario. 
También hay que tener en cuenta que no he ido pendiente del "Edmundo-Endomondo", por lo que cuando, calculando lo que llevaba recorrido, he pensado que casi estaba llegando al final, lo he sacado y he comprobado que me quedaban aproximadamente 20 metros para llegar a los 6 km. Eso me ha dado la voluntad definitiva para terminar con éxito.

Lo peor ha sido el clima. Me habían prometido lluvia. De hecho, cuando he salido caían unas gotas y el cielo estaba completamente cubierto. Pero, en el momento de llegar al Parque, ha salido el sol. Como dándome la bienvenida. Y, aunque ha seguido lloviznando un rato, luego ha ido despejándose hasta quedar el cielo casi azul del todo. Creo que la Naturaleza me ha jugado una mala pasada y se ha burlado de mí... 

Al principio, como la tarde prometía lluvia, no había casi nadie. Dos o tres personas. Pero a medida que aquello se despejaba, han empezado a aparecer los primeros paseantes con sus perros correspondientes. Menos mal que esta vez, iban todos con sus correas y ninguno ha tenido intenciones de comerme. 
No dejo de pesar en "mi viejino". ¿Le habrá pasado algo?. No he vuelto a verlo. Se pueden dar una serie de circunstancias:
- Sale a otra hora.
- Va a otro parque.
- Los familiares le han llevado a algún centro para mayores o se ha ido él por propia voluntad.
- Está enfermo y delicado y no puede salir a pasear.
- En el peor de los casos, nos ha dejado para siempre.
Con el optimismo que me caracteriza, creo... No. Estoy segura que o sale a otra hora, o va a otro sitio. 
Seguro que sí y dentro de poco le vuelvo a ver con el pañuelo anudado en las cuatro esquinas, cubriendo su cabeza, haciendo flexiones y hablando con su perro; y mira que me cae mal el perro ese... pero no me importaría volver a verlo... 
Lo que son las cosas! 

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