jueves, 7 de noviembre de 2013

MI HERMANA

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Me acuerdo de nuestros juegos, nuestras risas y nuestros llantos... de aquella habitación, donde, a oscuras, imaginábamos otras vidas y otros sueños... cuando entre nuestras palabras se escapaba la imaginación e inventábamos un mundo donde jugar todas las noches; solo con tus palabras y de vez en cuando algunas de las mías... 

Me acuerdo de los cromos, del pegamento, del papel... al llegar a casa recortando las ilusiones para un álbum, construyendo historias que representábamos, asumiendo el rol que nos correspondía, como verdaderas artistas, o genios, o simplemente niñas... 

Me acuerdo que tú me enseñaste a leer... no a comprender las palabras impresas y escritas, no es eso, es algo mucho más grande: a amar los libros; 

comenzando a experimentar una vida paralela porque tú me ilusionabas con ellos, me los contabas, me los creía..., por eso me evadía de mi vida para adentrarme entre las letras. Primero los cuentos, luego las novelas y los relatos... palabras, letras, fragmentos, libros... mis ganas de escribir, mi afán por aprender, mis libros de lectura, sabiendo que tú me escuchas, te lo debo y te lo doy, mi voz, mis lágrimas, mi risa, mi imaginación, desde un principio, para construir mis historias, que inevitablemente pasa por el tiempo, ese que hemos compartido desde niñas y que yo espero tenerlo para siempre, contigo... mi hermana, mi amiga...