- DÍA 69 -
- Día 1 del año 2 -
Después de dos meses de inactividad (el último día que salí a correr fue el 2 de julio), pensé que me iba a costar un mundo. Pero me he encontrado tan a gusto, tan libre y tan llena de ganas que a penas he reparado en el cansancio, la falta de tono o los posibles calambres o pequeñas molestias que, a veces, me acompañan en la carrera. He salido con la mente abierta y las ganas a flor de piel, para encontrarme otra vez en el parque. La verdad es que correr por las mañanas me gusta y me cunde más... Tal vez porque el cuerpo y la mente están descansados y no notas tanto el cúmulo de "cosas" que vamos transportando en nuestras mochilas según avanza el día.
No he querido salir a hacer kilómetros, porque intuía que no iba a dar la talla. He querido empezar por tiempos y correr media horita. No ha estado nada mal. Me he ido encontrando cada vez más a gusto.
Lo peor es que acumulo tres kilos de más en mi cuerpo y eso se nota: Una parte de esos tres kilos están alojados en el culete. Lo noto al correr que me pesa más... (jejeejejeje), pero también en el pantalón de deporte que se ciñe más a mi cuerpo y me aprieta un poco en la cintura.
Otra parte de los tres kilos los noto en el pecho. Eso es algo que siempre me pasa, adelgace o engorde, todo se va o se quita de ahí. A la hora de correr es un poco más incómodo tener algo más de lo habitual, pero un buen sujetador para corredoras lo soluciona.
Y el resto de kilos acumulados los debo tener en los carrillos o mofletes (de la cara, se sobreentiende). Que por qué digo ésto?. Cuando corro, llevo una respiración acompasada, aspirando por la nariz y expulsando el aire por la boca, hoy se me movían los carrillos mucho más que antes. Parecía que iba resoplando como un caballo (en ese caso relinchando... pero como un caballo percherón). También puede ser que, después de tantos días de inactividad, iba sin resuello...
Al regresar, escuché el sonido de una olla exprés de las antiguas... esas que van dando vueltas y hacen un ruidito característico: tututúuu... tututúuuu.. tututúuuuu..... y un aroma a alubias con ingredientes prohibidos para los que tenemos colesterol, invadía el ambiente de las calles... Allí estaba otra vez el olor a pueblo, a rico, a casa...
A pesar de ser temprano e ir con la hora del desayuno, mis tripas protestaron ante tanto aroma a cocina de siempre... protesta por no poder probar tan ricas viandas, con la promesa de una mesa bien puesta, una hogaza de pan y un plato de alubias con.... tocino, carne, chorizo, oreja...
Qué lástima... Hoy para comer tendré un triste filete de ternera a la plancha...
Y es que, desde hoy, he prometido cuidar mi alimentación en la medida de lo posible... Esos tres kilillos de más, tienen los días contados...!!!