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Añoro
la necesidad de parar para sentirte en cada palabra que voy descubriendo, soñando con que, estando conmigo en este momento, no
tendría miedo a nada...
Comprendí entonces, que se abría un abismo
negro y profundo, no queriendo existir en él...
Me revuelvo ante la
idea de estar sin ti... Insoportablemente vacía... siempre
buscándote, con tu nombre entre los labios, deseando llamarte.
Me
vas dejando poco a poco... sin saber de ti. Alejándote sin hacer
ruido, cruelmente.
Con otros pasos intento llevar mis sentimientos.
Tengo el corazón tan dormido que me confundo entre los recovecos de
mi memoria y no entiendo el sentido de este frío que noto en los
recuerdos...
Flotaba
con la levedad del aire que movía a intervalos lentos el fluir de
mis ideas... negativas a veces. A veces con la sonrisa en el alma.
Pero
te encuentro tan lejos que casi no se siento, y eso hace que no crea.
¿Por qué no me das más?.
Teniendo miedo y cansancio a partes
iguales. No sé vivir de cualquier manera... Casi he llegado a ti, y en
ese mágico momento, te desvaneces dejándome con la sensación del
humo entre las manos...
