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Llevo la locura de la risa en perfecto estado burbujeante,
mientras que los labios dibujan un beso escondido que no llega nunca.
Unas manos desean, en el vacío de esta noche, que llegue mañana,
difuminada en las sombras que esperan clarear y ver un nuevo día.
Entre la bruma y la nada, te sueño como tantas noches.
Tan claro el pensamiento durante la vigilia que ahora se hace pesada la espera.
Donde te encontraré y me tendrás,
nadando a contracorriente en esta loca vida que da vueltas y vueltas.
Poniendo su color en las horas en las que te añoro.
Girando las cuerdas del reloj, para ir más deprisa, para ir a tu encuentro.
No salen las alas cuando quiero, no tengo camino que andar.
Es todo sin luces ni tacto.
En el momento en el que recuerdo tu cálida voz,
al susurrarme quedamente las palabras que quisiera escuchar y no se pronuncian.
Empezar contigo, terminar en ti.
Extraña la marejada en la que nos puso la vida.
Tantas vueltas que daba, para llegar al principio.
Un sonido, una letra, una música, un tiempo, un estado, un amor...
