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La tarde se
vuelve fría y sin sentido,
en claro destello de un día a punto de terminar.
No
da el color para otro beso,
no para el tiempo un recuerdo lento,
no fluye el
poema en palabras de amor.
La tarde se vuelve espesa y sin aliento,
esperando
palabras que bañen mi cuerpo,
caricias con alma, traspasan mi piel,
transformando
en música lo que toco.
La tarde se vuelve oscura y de terciopelo,
andando mis
pensamientos te atrapan,
te vuelcan y mecen,
te llevan y enciende…
la tarde
me regala el hilo de tu vida,
los labios pronunciados en palabras de amor…