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Se hacía el silencio de repente, sin entorpecer los murmullos de la noche en mi calle. Se mecía un nuevo sueño entre las luces de colores. Un sueño de fondo, de risas y cuentos...
Se hacía el silencio y recordaba las tardes mojadas de lluvia, en las que todo eran tristezas, como parte de una agonía que ya llega a su fin...
Se hacía el silencio y callo lo que me dicta el pensamiento cuando pienso en él, el murmullo de su voz y la claridad del color de sus ojos...
Se hacía el silencio y anhelo que llegue mañana, para volver a verlo, para poder hablar sin palabras entre tanta gente y sentir que no estamos solos después de todo...
Se hacía el silencio y compartimos la misma angustia, la misma historia que se repite en nosotros cuando aún no nos conocíamos, para acompañarnos y darnos calor...
Se hacía el silencio y se abría un nuevo día, queriendo acercarnos de nuevo, juntar nuestras manos en un roce infinito, y descubrirnos en un nuevo principio.
