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Quiero
inventarme la tarde para no decaer, naufragando en una mente sin
formas, sin caminos pedregosos, una fuente de regeneración, para
hacerme más fuerte.
(Cuando iba hacia el
infinito, noté que él ya volvía...)
Como
un milagro, si alcanzo a vislumbrar un retazo de sentimiento entre
las marañas de nuestra realidad...
No me
parezco en nada a la sombra que se deslizaba ayer por entre las
palabras dormidas de un sueño...
(Mi sueño... el que
yo creía tener y no tengo.)
Qué
ingenua puedo ser a veces, cuando se trata de ti. Imagino todo y no
tengo la verdad. Me escapo una y otra vez, para no llegar nunca. Me
desenvuelvo como puedo y recargo todo tras la tempestad.
Siento
el beso de tus labios en mi espalda, el adiós cuando acabo de
llegar, lo noto en tu mirada cuando sabe a despedida el sabor de mis
lágrimas. Me regenero con una sola ráfaga de imaginación, poniendo
ante mis ojos la verdad desnuda.
Ahora
soy yo misma otra vez, inventada desde el principio, hecha de los
jirones que fui recogiendo, entera e indestructible,
Cruzo
la calle al final, para encontrarme con mi reflejo otra vez... pero
ahora se mezcla en mí,
(Regurgitando
mi imagen hacia fuera, hacia arriba, hacia el viento...)
