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Tan seguro como me
sentía, tan fuerte y entero... para encontrar mi camino, con mi voz
y mis ilusiones en cada palabra,
Tan seguro que estaba sin
sentir, que cuando sentí me sentí desbordado, con la cabeza dándome
vueltas sin saber qué era...
Tan seguro estaba que
cuando no tenía nada, me parecía todo un mundo, mis pensamientos
eran libertadores, iban abriendo puertas y llenando espacios, mi vida
giraba alrededor de la risa y la despreocupación...
Tan seguro como me sentía
y no era nada... cuando aquello me golpeó en el pecho, cuando me
sentí desfallecer y si fuerzas, cuando ya no sabía quién era...
No era nada, sólo un
soplo en la brisa, un aleteo inconstante, ni siquiera un pequeño
latido... nada valía en mi vida, no tenía ya ni risa ni sonrisa,
mis lágrimas estaban secas, porque no era nada...
Después de saber de
ella, después de saber que existía y que era ajena a mí, después
de despertar a esos sentimientos que me ahogaban, y minaban mi
voluntad, que me hacían ir detrás de ella sin descubrirme...
Me hacían desear su voz
y su piel, su profunda mirada, aunque no me veía...
Tan seguro como estaba y
no era nada porque el amor me había tocado, y mis sueños estaban
llenos de ella...
Ella, que lo era todo,
no había nada fuera, sólo el vacío y el frío de saberme solo...
no tenía pasos, ni aliento en mi vida.
Tan seguro como estaba de
todo y no era nada sin ella y sin su amor...