Como siempre...
Como cuando se acerca el invierno y me
provoca la imaginación fría…
Como siempre...
Dentro de mi inquieta cápsula, me
adivino acechando el horizonte mágico…
Es como la tarde gris de un día
cualquiera.
Se estremece el aire que respiro,
esperando que vengas a verme.
Como siempre...
Mis manos heladas te buscan entre
las luces de la noche en la calle.
Encontrando el cálido abrigo de
un atardecer de diciembre,
entre los pliegues de tu
chaqueta.
Nuestros pasos resuenan a lo
lejos,
mientras el viento gélido mesa
las últimas hojas que quedan por caer.
Como siempre...
Un simple beso me basta para no
llegar al vacío de la nada,
entre el empedrado del camino y
las puertas cerradas.
Ese aroma a chimenea y hogar que
desprenden las casas a nuestro paso.
Un beso y la luna…
Como siempre...
Cuando estás a mi
lado…