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Cómo
se perdía un sueño en medio de la nada.
Cuando la nada me sacaba un
palmo de mi vida y no me daba nada a cambio.
Cómo
se perdía un sueño.
Al
empezar no lo notaba, no sentía que se deshacía hasta que fue
tarde.
El
camino era angosto y yo sufría...
Cada
vez que caía procuraba levantarme en silencio. No creía estar
ahogándome hasta que no tuve la sensación en el pecho, esa losa
dura y fría que me mareaba.
Cómo
se perdía un sueño.
El
silencio me llenaba y me hacía reflexionar. Tantas veces se helaba
en mi garganta, tantas veces que quiso salir y no pudo.
Las
alas cortas se cayeron definitivamente, y no pude volar más.
Ahondando en la tristeza me dejé llevar, hasta no ser nada de nuevo.
Cómo
se perdía un sueño.
