miércoles, 2 de julio de 2014

MIENTRAS, ERAN DORADOS...

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Mientras suenen las notas estridentes en mis oídos y me invada de música el espacio lleno del que dispongo,
            
            (Porque eran dorados los segundos que tenía, eran dorados y llenos...)

Mientras el sol batallea contra el viento para darme los primeros rayos de sol,

            (Porque era dorado el ritmo del viento, era dorado y musical…)

Mientras el reflejo del mar se esparce entre mi mirada y los pensamientos volátiles,

            (Porque era dorado el brillo del mar, era dorado y cálido…)

Mientras recuerdo tu sonrisa y siento que tus ojos aún no se han velado… esos que aún no me has dado, esos que aún se esconden,

            (Porque era dorado el viento que me mecía, era dorado e impetuoso…)

Mientras paseo los ensueños y me transporta al pasado, corriendo entre la gente,

            (Porque era dorado el pensamiento que me visitaba, era dorado e intenso…)

Mientras te pienso entre miles de deseos, sintiendo la vida en paralelo.

            (Porque eran dorados tus ojos por los que yo moría, eran dorados y los espero…)

Mientras, yo me quedo con tu mejor momento, ese que no me das, ese que sueño…


DÍA 68

DÍA 68 

¿Pero no habíamos quedado que esta tarde iba a llover y a refrescarse el ambiente???... 

Desde luego, el "hombre del tiempo" me tiene engañada de mala manera... No sólo no ha llovido, sino que ha hecho calor... 
Aún así, he completado los 6 km. Con gran esfuerzo, sí... pero sin desfallecer... 

La primera vuelta la he hecho genial, no había bichos que llevarse a la boca, ni malos tropezones, ni perros sueltos que corren detrás para no sé qué fin... 
Pero la segunda vuelta ya ha sido otra cosa... Se conoce que los bichos que siempre me importunan, me han visto llegar y estaban todos esperándome como si estuvieran en la linea de salida de una maratón: "preparados, listos... YA!"... y una horda de ellos han salido en pos mía llenándome el contorno de la cara, metiéndose en mis fosas nasales, en mi garganta... en los oídos no han podido, porque llevo los cascos escuchando Metallica... pero por lo demás... Los he masticado en conjunto... Qué horror...

Las cuestas parecían hoy menos cuestas que el lunes... porque nada más empezar, al pasar por detrás de la Residencia de Ancianos (la primera cuesta que hago), un olorcillo a filetitos de ternera con alguna salsa de cebolla y vino ha llegado hasta mis pituitarias, dejándome con las ganas de probar un poquito... Al pasar de nuevo, 10 minutos más tarde... ni rastro de olorcillo rico, ni nada... Se conoce que se lo han comido todo "a carajo sacao" y no han dejado ni las migas... Qué barbaridad...