DÍA 101
Día 9 del año 3
He llegado del trabajo, me he puesto las zapatillas y he salido a correr. Antes de comer y amodorrarme en el sillón.
Hacía un poco de frío y viento, pero ha sido fantástico. El estúpido del GPS se ha perdido varias veces, por lo que el programita que llevo para contabilizar el tiempo y los kilómetros, ha ido a intervalos. Menos mal que me sé de memoria el recorrido y más o menos, al final, hemos coincidido...
No había nadie...
Una tarde de invierno apagada y tristona. El cielo me regalaba, eso sí, toda una gama de tonos grises y azulados y las hojas de los árboles me cantaban al pasar...
Me he sentido más ligera y libre que otras veces, he podido llegar a los cuatro kilómetros sin más problemas. El tirón que tuve la semana pasada en la pierna izquierda ha desaparecido, por lo cual, hoy he estado bordada.
Me encanta poder encerrarme en mí misma y dejar volar la imaginación, de esa manera no se acusa el cansancio ni la pesadez de las piernas, de esa manera, vas sintiendo los pasos internos avanzar junto a las sensaciones de paz y bienestar...
4 km que me devuelven las alas para mezclarme entre las nubes grises y soñar...