- 118 -
Después
de volver, vine otra vez.
No sé
el tiempo que me costó acercarme a ti. No sé nada de la vida y sin
embargo entiendo a mi corazón cuando habla y me cuenta que desde
siempre tú estabas en él...
El
agua purifica mis pensamientos, y detengo el curso del hilván que se
teje entre mis sueños.
No
quiero cambiar nada, y necesito que sea de otra manera.
No
entiendo este vaivén de puertas que se abren y cierran
caprichosamente al compás de mis estados de ánimo...
Ahora
dulce, ahora amargo... Aquellos ojos eran los mismos... pero yo no
los encuentro entre tanta gente.
Busco, confío y espero...
Mañana,...
por qué no?.
Un
golpe más, o dos. Nada es ya lo de siempre desde que volviste. Esa
magia despierta cada día en mí, y me inunda de sabores a chocolate
y pimienta.
Es
como cuando estoy alerta y se agita mi latido, presiento las
emociones y las quiero todas para mí.
Hacen
que me sienta viva...
Quisiera
cambiar mi estado y quedarme encerrada en esta fase para no tener que
irme nunca más.
Escuchando
el estruendo a mi alrededor, que a fin de cuentas es sólo ruido y
sonrisas...