lunes, 9 de noviembre de 2015

LLENAR EL AIRE...

-384-

Sentir, comenzar, estallar...
Extender las manos y llenar el aire. 

Por cada bocanada de vida, un regalo , 
con cada beso estremecido, un suspiro, 
por cada paso errante, una aventura.

Abrazar, soñar, vivir...
Extender las manos y llenar el aire,

Por cada voz que cante, un lágrima,
con cada risa cristalina, un mirada,
por cada poema sentido, el amor...

Llorar, escribir, suspirar...
Extender las manos y llenar el aire...






DÍA 93. DÍA 1 DEL AÑO 3

Día 93
Día 1 del año 3

He salido a correr después de mil años... He optado por salir antes de comer. Es decir: He llegado a casa del trabajo a las 15:15 más o menos, me he cambiado de ropa y directamente he salido al parque a correr. De esta manera, no me da tanta pereza después de la siestina... 

Por supuesto el Parque estaba solitario. Y menos mal, porque después de tanto tiempo sin salir, mi cuerpo no es el mismo. Tengo unos cinco kilos de más y eso trae una serie de inconvenientes:

1.- El pantalón con el que suelo salir a correr me queda angosto. Aunque decir "angosto" es ser muy generosa... Para ponérmelo, he sufrido mucho. Tiraba de un lado hacia arriba, pero el otro se quedaba estático. La cinturilla no daba más de sí. He debido ir subiéndolo poco a poco, encogiendo como podía partes del cuerpo que no se pueden encoger. Cuando al final, ya estaba colocado en su sitio, no me cabían ni las llaves en uno de los bolsillos. Malabares he hecho para poder meter el teléfono en el otro. Que diréis que para qué llevo el móvil. Pues es sencillo: El programa que utilizo para correr y que me va dando las pautas de la distancia recorrida y el tiempo invertido en ello (el que tiene voz de monja acomplejada, por cierto...), lo tengo en el móvil, y la música que uso para meterme de lleno en mi mundo interior mientras troto por esos caminillos, también.

2.- Como los teléfonos móviles de hoy en día no son nada pequeños y el pantalón me está "restallante", al subir la primera cuesta, me lo iba clavando en la ingle !!... No me daba de sí la zancada, para subir cómodamente... 

3.- El ritmo, la respiración y la falta de tono hace el resto para que vaya sin resuello, colorada como un semáforo y resoplando como una cafetera...
En fin, para colmo de males, he estado a punto de caer varias veces, por pisarme el cordón de la zapatilla que iba suelto. Pero cualquiera se paraba a abrochárselo!!. Si me paro, allí me quedo tumbada hasta las seis de la tarde por lo menos.

He corrido 3 kilómetros y medio y porque me propuse no parar en el primer kilómetro... 
En fin... Debo ser más constante, a ver si ahora, vuelvo a coger ritmo, tono, ganas y energías...!!