- 81 -
Era
por la mañana, cuando aún casi no había amanecido,
cuando
casi no había luz entre las calles...
La
lluvia lo llenaba todo... con un manto de gotas y una sensación a
mojado
que
me dejaba casi sin aliento...
tan
espectacular era...
Esa
media luz que me llevaba por las aceras,
pasaba entre el viento que con fuerza me azotaba, dejándome sin pasos para
andar...
El
agua se escurría entre el paraguas y mis dedos,
e iba
mojando mis pensamientos borrando, de una vez, el agobio y las prisas.
Me
sentía pletórica y feliz... no quería que el camino se acabara
nunca.
El
suelo cuajado de hojas dormidas
que
llevaban pintadas mil y una gama de colores marrones, ocres y verdes...
Los colores del otoño que se muere...
No
había nadie por la ciudad,
las
farolas apagadas me devolvían el gris de esta mañana solitaria y
silenciosa...
Grandiosa
la sensación en mi alma del reflejo de la lluvia en mis manos
que
me daba la vida y la esperanza, como siempre...
Tan
especial para mí...tan profundo de tan intenso que era en ese
momento,
alzaba la cara hacia las nubes, sin importar mojarme,
sintiendo
los destellos del día para tenerlos conmigo...
Al
llegar a mi destino me he sentido pletórica, con energía, feliz...
dejándome
llevar por todas las sensaciones que en esa hora amanecían...