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En la vereda de mi vida, cuando
todo era de color gris…
Cuando eran los tiempos muertos de la angustia situada
en mis venas,
cuando no tenía nada con qué tapar los huecos que me dejaban los
sinsabores en los días vacíos…
En la vereda del camino, en el
que encuentro paisajes llenos y mentes abiertas,
donde acampa el aliento
cansado y feliz de una tarde en el que mis pies trotan por la tierra de un
parque dormido,
donde siento la quietud entre los sueños y la duermevela
y el tiempo
se para y me conduce a ti..
En la vereda de la esperanza,
queriendo encontrarte a cada paso,
buscándote en las esquinas del dorado de tus
ojos…
y de tu sonrisa, cuando me promete un beso
Perdiéndote entre los sueños,
y encontrándote después cuando descanso…