lunes, 17 de noviembre de 2014

PARA CUANDO SE VUELVA A NUBLAR EL SOL...

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Hoy he soñado contigo.
Como cuando eras pequeño y vulnerable,
aunque con determinación y voluntad.
Como cuando eras casi mío…
Recuerdo aquellos años y me produce daño, porque ya nada será como antes.
Algo se rompió en el medio, transformó el cariño en aparente indiferencia.
Sin poder llegar a ti de ninguna manera, a veces no tengo formas.
Aquel vínculo mágico se quiebra según qué días, rompiéndose en palabras huecas que no llegan a ningún sitio, lo que antaño no necesitaba de la voz para existir. 
Estando entonces ubicada en lo más alto de tu pensamiento, en algún momento caí para hacerme añicos. 
Ya casi no puedo intuirte, te convertiste en otra persona, distante y desconocido. 
Sin saber los pasos que no di, las frases que no pronuncié, la sinrazón que a veces aflora entre nosotros separando el espacio y creando un muro triste y sin formas…

Pero, de repente, todo vuelve a ser. 
Todo nace de nuevo en un segundo, y encajan nuestras vidas en un pequeño intervalo en el que florecen los sueños y los colores para darnos una esperanza de nuevo. 
Es entonces cuando me salvan los recuerdos felices, abarcando otros nuevos para despertarlos mañana, cuando se vuelva a nublar el sol.