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y ahora el vacío
se llena de recuerdos,
retrocediendo el tiempo
hasta otra tarde,
otra vida,
otras sensaciones.
No hay manera de conocer cuándo...
y ahora se termina el camino
y abro los ojos descubriendo
un rostro a veces olvidado,
una voz grave
y una caricia escondida.
No hay manera de entender cuándo...
y ahora los latidos
se han parado
y las palabras de entonces
se vuelven presente...
No hay manera de adivinar cuándo...
dónde te lleva la noche,
en esta tarde que me trajo
tu último aliento
llevándose las lágrimas
de tu ausencia
llorando en un pensamiento lejano...
no hay manera...