domingo, 9 de febrero de 2014

EL REFLEJO

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Sentir tus besos imaginarios en mi piel, tratar de averiguar qué sentidos despiertan en mí el cálido aliento de tu boca...
Adentrarme en tu piel, siempre entre los sueños, y dejarme llevar por el olor de tu cuerpo... avanzando entre mis barreras y echando a perder la conciencia y la razón...

Aturdirme entre tus labios y beberme tus palabras, confundiéndome en tu voz... y haciéndote mío.

Entre tus sábanas y tus brazos, envolverme en el aroma que desprende el deseo frustrado, de saberte desnudo junto a mí...

En el calor del momento, cuando llegue la tempestad y escuchemos la lluvia en los cristales, dejándonos su música acompasada y volvamos a nosotros, llevando el ritmo y la cadencia de la pasión... entre lágrimas y sonrisas, entre besos y anhelos, entre piel y piel...

Pero no existe nada... sólo una ráfaga de ilusión, una corriente de aire que se escapó... no hay nada, todo se difumina al llegar a ti... rebotando como en un cristal, en donde, estando yo sola, me reflejo en el espejo...