- 137 -
Caminaba
delante de ella... Le había estado esperando todo el día, sin saber
si tendría la oportunidad de verle, aunque fuera de lejos. En ese
aleteo fugaz, en ese hormigueo incómodo, le proporcionaba la promesa
que había acariciado tan intensamente desde que le vio por primera
vez...
De pronto, él se volvió y la miró fijamente reconociéndola. Sus miradas se entrelazaron desesperadamente, destellando un ligero temblor. Los ojos se tornaron al unísono y ahogaron todas las partículas ajenas a ellos que los envolvía, sumergiéndolos en un espacio vacío, donde se llenaban de ellos mismos...
Una palabra, un amago de voz se dejó escapar de sus gargantas. Querían hablar y decirse, pero no podían romper ese malestar pegado a las cuerdas vocales, que impedía dejar escapar un sólo gemido de complacencia.
Los minutos pasaban sin que respiraran siquiera. Dentro de sus alientos se habían escondido todas las ideas que preconcebían y que los acercaba irremediablemente el uno contra la otra... hasta que sus labios se tocaron y se abrió la esperanza y el deseo a partes iguales...ahondando en el beso que se transformó en un sólo escenario en el que no existía nada más...
De pronto, él se volvió y la miró fijamente reconociéndola. Sus miradas se entrelazaron desesperadamente, destellando un ligero temblor. Los ojos se tornaron al unísono y ahogaron todas las partículas ajenas a ellos que los envolvía, sumergiéndolos en un espacio vacío, donde se llenaban de ellos mismos...
Una palabra, un amago de voz se dejó escapar de sus gargantas. Querían hablar y decirse, pero no podían romper ese malestar pegado a las cuerdas vocales, que impedía dejar escapar un sólo gemido de complacencia.
Los minutos pasaban sin que respiraran siquiera. Dentro de sus alientos se habían escondido todas las ideas que preconcebían y que los acercaba irremediablemente el uno contra la otra... hasta que sus labios se tocaron y se abrió la esperanza y el deseo a partes iguales...ahondando en el beso que se transformó en un sólo escenario en el que no existía nada más...
Cuando se separaron, la burbuja explotó, dejándolos con ganas de más... un leve contacto de los dedos de él en su rostro, casi acariciando su piel, y las manos de ella, ligeramente temblorosas apoyadas en sus masculinos hombros...dejaron paso a las palabras que no pronunciaron nunca, pero que no hacía falta en ese momento, porque se decían todo lo que guardaban en silencio entre suspiros entrecortados y la magia apoyada entre ellos, prometiéndose los mejores momentos desde entonces.