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Daba vueltas y vueltas y
no iba hacia ningún lado...
sin darme cuenta me
oprimía, me cerraba puertas y no dejaba escapar mi voz...
Viejas notas de una
canción, suenan y resuenan, rebotando en mis oídos,
pero no puedo sentir tu
presencia porque estás muy lejos.
Estaba prisionera de mí
misma, porque no me dejaba volar...
Por eso esta canción me
devuelve a ti. Girándome para verte desaparecer de nuevo,
entre las voces y el
sonido que se extingue lentamente entre mis auriculares
cuando me evado y entro
tan sola, tan pequeña, tan triste...
Hasta que te encontré
entre la gente que iba y venía sin saber hacia donde.
Yendo contracorriente me
crucé contigo en nuestro espacio particular,
encendiendo otra vez la
luz de los recuerdos...
y ese eco que me trae tu
mirada, para no perderme.
Quiero dormir contigo y
soñar cómo vuelan sin razón nuestras manos unidas...
Te quise, creo que te
quiero tal y cómo eras...como antes,
porque ahora no te
conozco, no reconozco tu voz, hace tiempo que se fue...
Aún siento mis manos
temblar cuando te presentí,
aún siento el fuego que
me abrazó esa tarde de otoño,
cuando empezaban a caer
las primeras hojas
y noté tu presencia como
en un susurro...
Ojalá...ojalá
estuvieras aquí, para tenerte y poder besarte.
Te quiero, a veces, entre
el pensamiento, cuando creo que mis sueños son contigo,
que están para ti, entre
el frío que viene y me hiela los huesos, para creer en tu calor.
Algún día... cuando te
vea y sonrías.