miércoles, 20 de noviembre de 2013

ESPERANZA

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Siento alegría, por tenerte como amigo aunque no nos hablemos,
Alegría, por sentir tan profundo las emociones del mundo.
Alegría, por ensancharse mi pecho al quererte, por ver siempre el color blanco entre las sombras.
Alegría, por vencer mis miedos ante los obstáculos del camino y dar antes que recibir.

Siento calor, cuando mis manos se llenan de música, y mis sueños te tienen toda la noche.
Calor, por las sonrisas que voy recogiendo entre tantas lágrimas, necesitándote a mi lado durante el viaje.
Calor, cuando tu mirada me envuelve y me siento completa, bailando entre la niebla de nuestros recuerdos.
Calor, cuando siento que me besas en el alma y me aturden los sonidos de tu silencio.

Siento paz, al mirar la noche que me devuelve las estrellas de tus ojos y me hundo en ellos ahogando mi tristeza.
Paz cuando camino por el parque escuchando los latidos de mi corazón y el pulso de la naturaleza,
Paz al estallar en mil trozos los retazos de mis sueños, aunque no sean verdad.
Paz cuando pienso en el vaivén de las olas empujarse unas a otras, en un torbellino de sensaciones.

Siento amor, cuando me rodeo de ti en mi mente, y recuerdo todo lo que no hemos tenido.
Amor, cuando esa palabra se queda pequeña en mi boca y rebota en mi alma.
Amor, al recordarte como eras entonces entre los días perdidos y los atardeceres azules, cuando sólo nos teníamos el uno al otro.
Amor entre nosotros, cogiéndonos las manos, enredándonos con un nudo de emoción en nuestras gargantas y mirando al infinito...

Siento esperanza, porque no todo lo que tengo, es lo que quiero ahora,
Esperanza, de una vida contigo desde siempre, para siempre, para ti, para mí...
Esperanza, por tener unos sueños que se hagan realidad, por una vez, sin tener que pagar un precio a cada paso.
Esperanza de unos besos que no nos dimos y no recordamos... para hacer una verdad de un pensamiento, para ser yo misma, contigo, por fin.


DÍA 27

- DÍA 27 - 

Este Edmundo está como una cabra... resulta que ya tengo cogida la distancia a los 5 km. Y siempre hago el mismo recorrido, por lo que siempre será el mismo trayecto, digo yo... pues no. 
Hoy, se conoce, que el parque ha encogido, porque en vez de acabar donde siempre, he terminado muchos más lejos... no se... me estaba dando la sensación que la música que iba escuchando iba como muy lenta
Justo cuando he terminado y he parado a Edmundo, la música ha ido más deprisa... en fin, esta tecnología falla a veces, supongo. 

Por otro lado, hay una chica, que corre también por el parque, que ya he visto un par de veces en estos días. 
Tiene un cuerpo extraño, las caderas muy anchas y poco pecho. Lo que se llama “cuerpo de botella”, pero muy exagerado. El pelo rubio, muy, muy, muy largo, recogido en una coleta en la coronilla. Va siempre conjuntada en su atuendo para correr, las mallas negras, ajustadísimas, tan ajustadas que le hacían lorzas en los molletes del culo, el coletero negro, la camiseta rosa y negra... en fin, muy mona ella. 
Corría delante de mí, y yo la veía, con esas lorzas, a un lado: uno, dos. Al otro: tres, cuatro... y esa coleta inmensa al compás: derecha (flash, flash), izquierda (flash, flash).
Corriendo como con las rodillas juntas y los pies hacia los lados (sí, así como cuando imitan los chicos a las chicas corriendo). 
Los tres o cuatro viejinos que iban andando, todos a la vez, mirando para atrás, con los ojos saliendo de sus cuencas... 
En fin, que ya no la vuelvo a ver hasta el final de mi recorrido, y me la encuentro desencajada, con los pelos alborotados, doblada, respirando entrecortadamente, sin aliento, y justo cuando he terminado y llegaba a su altura, así que la he ayudado un poco a recuperarse y ¡ya tengo una amiga nueva!!! 

Me ha dado lástima, la pobre, porque me he acordado de mis primeros días...jejeje. 
Hasta el viernes!