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Siento alegría, por
tenerte como amigo aunque no nos hablemos,
Alegría, por sentir tan
profundo las emociones del mundo.
Alegría, por ensancharse
mi pecho al quererte, por ver siempre el color blanco entre las
sombras.
Alegría, por vencer mis
miedos ante los obstáculos del camino y dar antes que recibir.
Siento calor, cuando mis
manos se llenan de música, y mis sueños te tienen toda la noche.
Calor, por las sonrisas
que voy recogiendo entre tantas lágrimas, necesitándote a mi lado
durante el viaje.
Calor, cuando tu mirada
me envuelve y me siento completa, bailando entre la niebla de
nuestros recuerdos.
Calor, cuando siento que
me besas en el alma y me aturden los sonidos de tu silencio.
Siento paz, al mirar la
noche que me devuelve las estrellas de tus ojos y me hundo en ellos
ahogando mi tristeza.
Paz cuando camino por el
parque escuchando los latidos de mi corazón y el pulso de la
naturaleza,
Paz al estallar en mil
trozos los retazos de mis sueños, aunque no sean verdad.
Paz cuando pienso en el
vaivén de las olas empujarse unas a otras, en un torbellino de
sensaciones.
Siento amor, cuando me
rodeo de ti en mi mente, y recuerdo todo lo que no hemos tenido.
Amor, cuando esa palabra
se queda pequeña en mi boca y rebota en mi alma.
Amor, al recordarte como
eras entonces entre los días perdidos y los atardeceres azules,
cuando sólo nos teníamos el uno al otro.
Amor entre nosotros,
cogiéndonos las manos, enredándonos con un nudo de emoción en
nuestras gargantas y mirando al infinito...
Siento esperanza, porque
no todo lo que tengo, es lo que quiero ahora,
Esperanza, de una vida
contigo desde siempre, para siempre, para ti, para mí...
Esperanza, por tener unos
sueños que se hagan realidad, por una vez, sin tener que pagar un
precio a cada paso.
Esperanza de unos besos
que no nos dimos y no recordamos... para hacer una verdad de un
pensamiento, para ser yo misma, contigo, por fin.