martes, 26 de noviembre de 2013

AYER...

- 59 -

Ayer supe de ti, y el cielo estalló en mil pedazos. 
Te tuve un momento, para mi, entre mis dedos...
Aunque fugaz, casi sin quererlo... Te retuve un instante, 
en el que todo se volvió de color dorado...
Y mi pensamiento se escapaba entre el aire tibio, como una señal.

Mis latidos giraron hacia tu recuerdo, 
como cuando éramos pequeños,
llenando mi pecho de una emoción que reconocía y creía olvidada.
Mis manos temblaban y quería decir tanto con tan poco tiempo...

Las palabras se enredaban y no sabía qué pensabas en ese instante; 
compartiendo un espacio,
pequeño, sin formas, volátil...; 
estando en otro lugar, donde sólo éramos nosotros,
creyendo que tú estabas sintiendo lo mismo...; 
y a lo mejor me equivocaba.

Cómo se me encogió el corazón, 
al saberte tan cerca pero tan lejos,
en ese momento en el que eras solo para mí; 
aunque no fuera cierto...y tu voz no me alcanzara.
Después de todo, estamos donde nadie más sabe, donde nadie más llega...