domingo, 6 de abril de 2014

NADA SUEÑO AHORA

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Los cristales empañados me devuelven una luz irreal. Una luz que la mañana tiene en el amanecer, cuando se difumina con ese sentimiento que me nace de lo más hondo. 

Sintiendo el aire escapar de mi cuerpo, se traduce como un mal presagio o una pesadilla. Volviendo una y otra vez a mi mente. 

No aprenderé nunca. 

Hice que mis sentimientos hacia ti fueran mágicos, para luego poder envolverlos en la realidad. Nada más lejos de lo imposible. 
Tengo los ojos velados. 

Las nubes se escapan y se alejan, dejando el cielo despejado traduciendo en miedo mi inseguridad. Me refugio en las palabras. A veces, me devuelven lo que quería. Otras me dejan insatisfecha. 

No tengo nada, porque nada sueño ahora. 

Esa sensación espesa y cansada, esa sensación sin música. No sé por dónde empezar otra vez. Los colores vuelven a estallar mientras yo los atraiga hasta mí.  
No tener barreras, llegar a algún sitio, descansar, sin sorpresas, con la vida para mí.

Te perdiste entre la nebulosa del recuerdo y necesito encontrarte. Reposar en tu hombro y hablarte. No despegarte. Verte por fin y tenerte, cuando más te necesito. Aunque tú no lo sepas y yo no te lo diga jamás.