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Había empezado a escribir otra vez,
cuando
me inundó una oleada de sentimientos escondidos.
Había empezado a tejer
palabras y mezclar las letras,
cuando volví a encontrarte...
Esos
sentimientos dormidos por tantos años,
acumulándose en mi interior...
para
salir a la luz entre latidos nuevos y extraños
que me dio un paso de vida entre
tus abrazos y mis besos...
Nada fue como imaginaba.
Te encontraba para verte
desaparecer sin más al cabo de los días.
No es fácil deshacer el alma en pos de
un sentimiento.
Los recuerdos me queman entre las manos,
no quiero que se
desvanezcan sin más, sin un por qué...
Fueron tantos años de soñarte
que al no
tenerte ahora falta un trozo de mi
en este pensamiento que tú ya no quieres.
No
puedo dejarte ir, así, sin más...
cuando había empezado a tenerte y formabas
parte de mi historia.
Las risas que brotaban entre nosotros,
la sensación de
libertad y ese sentimiento cercano al amor...
No puedo dejarte marchar...
formando parte de mis sentidos en el día a día.
Esperando siempre una llamada
liviana
que se contagia de los impulsos de mi corazón.
Hasta dónde llegar,
hasta dónde dejarte ir...
no más lejos que un paso, no más cerca de mí.
En ese
latido que dejamos pasar de largo...
No pudo ser y sin embargo, es tan real
para mí...
Por eso, no puedes irte, no puedo dejarte volver
donde estuviste
tanto tiempo sin poder soñarte.
No puedo dejar de pensarte, para no perderte
otra vez.
