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Por haber sido MUJER, he
tenido que aceptar que me releguen a un plano inexistente, sin contar
con mis opiniones, mis sentimientos, mis aspiraciones.
Por haber sido hombre, he
podido hacer prevalecer mis ideas, mi valor, mi sabiduría, mi
autoestima.
Por haber sido MUJER, he
tenido que soportar vejaciones de todo tipo, he tenido que dejar que
me marquen a fuego, que me quemen, que me insulten, que me
asesinen...
Por haber sido hombre, he
podido tener a una persona a mi lado, para que hiciera todo aquello
que yo no quería, que no me he molestado en aprender, que trabajaba
para mí sin tener que pagarle un sueldo.
Por haber sido MUJER, he
tenido que asimilar que mi papel era el de estar bajo la supremacía
de otro ser humano más fuerte físicamente, con el que tenía que
convivir todos los días.
Por haber sido hombre he
podido marcar a la persona que vive conmigo de cualquier manera, ya
sea en su cuerpo o en su alma. Con mi fuerza o mis palabras y hacerla
mía, escudándome en palabrería inútil y en gestos sin sentido.
Pero...
Por
ser un hombre, no debo permitir que nadie imponga su criterio
con la violencia, pensando que es un ser más débil y que lo hace
por su propio bien.
Por ser MUJER debo gritar
mi libertad al viento, debo hacerme oír por encima de las voces que
pretenden apagarme, escudándose en la religión, en la costumbre, en
la ignorancia...
Por ser un hombre, no
tengo que vivir creyendo que puedo burlarme del físico de otro ser
humano, de creer que todo es sexo, y de que yo soy mejor por el
simple hecho de poseer atributos físicos que otras personas no
tienen.
Por ser MUJER tengo
derecho a ser un individuo con las mismas necesidades, las mismas
obligaciones y deberes como cualquier otro, sin importar la talla de
mi sujetador o lo ceñido de mis pantalones.
Por ser un hombre, debo
defender a todos los seres humanos de agresiones, vejaciones e
insultos.
Por ser MUJER puedo ser
yo misma, sin sentir vergüenza, ni saberme inferior, estando
orgullosa de mi persona, no dejando que nadie discrimine a nadie...
Por todo ello, por ser una PERSONA, debo proteger la libertad de los que me rodean y
luchar por un mundo donde todos se respeten, se acepten, se valoren,
se permitan crecer como INDIVIDUOS enteros sin estereotipos
que nos encadenen y nos conviertan en algo inferior a nuestra
condición de seres HUMANOS con capacidad de pensar, de
sentir... en definitiva de SER.