miércoles, 31 de diciembre de 2014

LAS CAMPANADAS. 3º CUENTO DE NAVIDAD

- 334 -

Esperaba con las manos frías la llegada del nuevo año. 
Cargado de buenos propósitos aguardando su oportunidad para saltar de nuevo entre el tintineo y el sonido monocorde de las campanadas. 
Fuera, caía la helada entre un sinfín de esperanzas. 
Su magia se iba transformando lentamente en aire caliente que se escapaba y bañaba cada poro de su piel. 
Este año se cumplen las promesas. 
La vida le regala un nuevo amanecer. 

Mañana... 

Llegará otra vez la luz de las promesas, con la ilusión intacta de un nuevo tiempo, en el que todo es posible... 
Dan las doce campanadas entre el bullicio de la noche... 
dan las doce y la alegría estalla formando corazas para paliar la realidad que le estalla... 
Dan las doce y la esperanza se centra en su cuerpo, bañándole de confianza y fe... 
Las campanas enmudecen y los minutos se suceden otorgándole el regalo de los nuevos sueños...

MAGIA Y ALEGRIA

- 333 -

Eran la magia y la alegría a manos llenas. 
Evocando tiempos del pasado, 
cuando todos eran más jóvenes. 
La nostalgia y el recuerdo del amigo que falta, 
la sonrisa de las historias contadas y sentidas. 

Cuando la magia y la alegría llenaban sus manos y las daban. 
Nada podía en contra de ellos, 
aunque sus vidas se trazaban en separado, 
siempre con atisbos de promesas y encuentros ciertos. 
Vasos y brindis, canciones y magia... 
Alegría que llenan sus vidas y comparten entre todos. 

En ese cúmulo de sensaciones, planean mis sueños, 
aceptándome como una más, después de tanto tiempo. 
No soy yo, eres tú el que me brinda la tarde completa 
en compañía de las personas a las que quieres.
Me acerco y me completo en sus vidas, 
me mezclo entre la magia y su alegría con las manos vacías, 
a la espera de ir llenándolas cada día en sus momentos... 
Son mis amigos ya, gracias a ti. 
Me regalas un grupo de gente llena, 
sin tapujos ni mentiras,
el mejor de los presentes, solo magia, alegría y vida...


miércoles, 24 de diciembre de 2014

ESPERANZA, CALOR Y SONRISAS... 2º Cuento de Navidad

- 332 -

      
   - Buenos días...
   - Buenos días, ¿puedo ayudarle en algo?
  - Puede que sí. Desde la calle he podido ver este edificio grande y luminoso. Y creo que aquí encontraré lo que busco. Necesito adquirir varios regalos pero me gustaría que fueran personalizados.
  - Ha entrado en el lugar perfecto para ello. Tenemos toda clase de artículos para cubrir las necesidades de cualquiera. Sólo debe decirnos para quién irá dirigido. Edad, condición, personalidad, gustos, costumbres… y no se preocupe de más. Nosotros le proporcionaremos los mejores y más variados regalos. Originales o sencillos, las mejores ideas con los mejores precios.
  - Estupendo. Creo que nos entenderemos. En primer lugar necesito una ESPERANZA. Aquí enfrente, en la casa que no tiene cortinas, vive un joven sin futuro. Cada día del año, sale a patear las aceras en busca de un trabajo con el que poder llegar a fin de mes. Su optimismo merma por cada paso que da. Y cada día que pasa, sus manos van perdiendo la fe.
Un poco más arriba, hace días que una chimenea no se enciende. Allí vive una anciana solitaria, que se arrebuja entre sus ropas para no pasar frío por las noches. Quisiera un poco de CALOR de hogar para ella. Hace tiempo que no la visita nadie y la soledad le provoca espasmos de frío en el alma.
Cruzando la esquina, veo todos los días a un niño enfermo. Sus padres, en su desesperación, le ayudan a jugar en el parque que está al lado. Sus piernas no pueden sostenerle porque nació sin fuerzas, siempre va en una silla de ruedas. Necesito encontrar una SONRISA que ayude al niño a superar las deficiencias que le irá poniendo la vida por delante y a sus padres, para no decaer y entiendan que lo que tienen es un verdadero regalo.
  - Un momento, un momento… no siga. Creo que no nos hemos entendido. Aquí se compran artículos, complementos, gangas que necesites, pero son cosas materiales. Lo que usted precisa, no lo va a encontrar aquí.
 - ¿Por qué? Usted dijo que toda clase de artículos. Regalos que no encontraría en ningún lado. Usted me aseguró que no necesitaría visitar ningún otro lugar.
  - Sí… pero… yo no puedo venderle todo eso que usted pide. Usted lo que necesita son MILAGROS. Y esos ya hace mucho tiempo que dejaron de existir.
  - No lo creo. Aún existen personas, por lo tanto, aún existen los MILAGROS. Es tan poco lo que preciso y es tan barato que no entiendo que no puedan ser regalados. Verá: Al joven que patea la ciudad y necesita una ESPERANZA, sólo hay que darle ánimos, para que esa esperanza no desaparezca, para que cada mañana, cuando se levante, no pierda la fe de encontrar algo mejor. A la anciana que pide CALOR de hogar, una visita de vez en cuando, le proporcionaría ese regalo. Tan caro no es. Un minuto del tiempo regalado. Y la SONRISA para el niño y sus padres, es fácil de proporcionar, cada vez que alguien se cruce con ellos. Devolver la ESPERANZA, el CALOR y una SONRISA, no supone nada para el resto de las personas a los que nos sobran cosas materiales. Nos sobran tantas cosas, que no sabemos que también nos sobran otras que podemos compartir.
Compartamos ESPERANZA, CALOR Y SONRISAS.
Repartamos amor y amistad, regalemos tiempo y palabras bellas.
Demos música y poesía para engalanar nuestras vidas y con ello nuestras casas.
Ofrezcamos corazones y besos, campanas y canciones, risas y humor…

Aquel hombre salió de la tienda y dejó un halo de miles de luces a su paso. El dependiente y el resto de clientes que habían ido arremolinándose junto al mostrador, se miraban con estupor y asombro.
Cuando cada una de aquellas personas salió del establecimiento, contaron la historia a todos los que se encontraron, a sus familiares y amigos, a sus vecinos y compañeros de trabajo.

Aquella navidad fue mágica. Tal y como deberían ser todas las navidades. En aquella ciudad aquella lluvia de estrellas irreales perduró por años. Tan sólo por llevar en la memoria aquel cuento que convirtió en realidad los buenos propósitos que todos llevamos dentro y que por causas que aún no se han descubierto, jamás salen a la luz. Hagamos que, por una vez, no queden dentro, no se hielen ni se olviden. Encendamos esa chispa que nos anime y nos proporcionen las ganas y las fuerzas y salgamos a la calle para repartir las SONRISAS, EL CALOR Y LA ESPERANZA.

sábado, 20 de diciembre de 2014

ENTRE LA NIEBLA. 1º cuento de Navidad

-331-

No perdía nada si lo intentaba. Pasó toda la tarde pensando en ella y en su reacción. 
No perdía nada... 
En esos momentos no sabía cómo iba a llevarlo a cabo. El sudor y la incertidumbre desnudaban su alma, confiriéndole un aire desolado. A pesar del frío y la niebla, sentía el calor entre su propia vergüenza.
Las calles parecían húmedas y vacías. Sólo se distinguían las pequeñas luces en las ventanas de las casas, inspirando pensamientos hogareños y melancólicos... 
Estos días navideños le provocaban sentimientos encontrados: recuerdos felices de su niñez y la tristeza de sentirse solo por primera vez en su vida. 
Sólo el deseo de volver a verla le imbuía de esperanza.
A lo lejos distinguió su silueta entrecortada. La luz mortecina de la tarde le confería un halo de misterio que le hizo estremecer. El sonido de sus pasos acompasados, se fundía en el ritmo de su corazón. 
A medida que se acercaba, iba distinguiendo sus rasgos. Sus hermosos ojos dirigían la mirada directamente hacia su persona, envolviéndola entre la magia y las luces de navidad, haciendo desaparecer sus miedos y su timidez. 
Sólo quería abrir los brazos y estrecharla entre ellos. Su boca contenía la promesa de un beso entre los labios, invitándole a descubrir el inmenso mundo del amor entre los colores y las notas acompasadas de una nueva vida. 
Después de esa tarde, nada volvería a ser como antes. Guardarían entre sus recuerdos, la primera vez que se tuvieron, un día de Navidad cualquiera, entre las calles mojadas y la niebla del atardecer.

martes, 16 de diciembre de 2014

PODÍA APRETAR LOS DIENTES

- 330 -

Podía apretar los dientes, 
sintiendo la sangre de la rabia... 
podía gritar sin voz a tientas en la oscuridad, 
sabiendo que quería ser yo misma... 
Escuchando el rugido de mi corazón latir, 
esperaba que el río de energía me desbocara, 
vertiéndose entre mis sentidos
llenando el vacío que había sentido.

Podía apretar los dientes
entendiendo que todo formaba parte del mismo universo. 
Sin esa luz que me cegaba al compás, 
bebía a sorbos la vida, 
cuajando cada minuto, 
entretejiendo las telas de un manto nuevo 
con el que cubrir mis deseos... 

Podía apretar los dientes 
sintiendo la rabia herir mis manos, 
mientras dejaba todo sin mirar atrás, 
forjando la libertad de soñar con la alegría de recibir. 
Varios ángulos de la tarde caían
cerniéndose entre mis ojos, 
apretando los dientes, 
cerrando los puños para no dejar escapar la vida, 
entre los poros de mi piel.

domingo, 14 de diciembre de 2014

SENTÍA QUE ESTABAS AQUÍ...

- 329 -

Caía la lluvia por las cornisas de las ventanas, para morir en un charco deforme entre las piedras de la calle. Llegaba el temblor de un escaso rayo de luna entretejido con las nubes que revoloteaban a mi alrededor. 
Y yo sólo sentía que estabas aquí.

El pensamiento se esparcía y regaba, junto a la niebla de la noche, el frío en mis huesos. No había nada que se pudiera hacer para alejar esa soledad que imbuía los reflejos mágicos del espejo, devolviéndome la sensación de la nada y el curso de los segundos abrazándome a los sueños. 
Y yo sólo sentía que estabas aquí.

No tenía tu cuerpo ni tus besos, nada hacía brotar los sinsabores de la madrugada, tan lejos te presentía, cuando los susurros se escapaban junto con el vaho de las primeras notas del alba. Temblaba deseando que me cogieras de las manos y calentases mi corazón desnudo. 
Y yo sólo sentía que estabas aquí.

Para después llamarte y que me estrecharas entre tus brazos, meciéndome al compás de la música que nos llenaría, regalándome los días enteros y las noches en vela, acariciando suaves momentos que algún día tendremos. 
Y yo sólo sentía que estabas aquí... 

viernes, 12 de diciembre de 2014

BUSCAR LA LUZ DEL SOL

- 328 -

Lo que hace que hoy sea un día aciago aún cuando hay sol... 
lo que demuestra que la sonrisa, a veces, no es más que una muesca, 
lo que dice el sonido del silencio cuando se escapa...

A veces es cuando más sola me encuentro... 
en esos momentos vacíos en los que me enredo en los pensamientos 
acercándome a esa nostalgia que me encierra la alegría 
y me deja regueros de momentos sombríos...

No podría navegar entre los libros y quedarme para siempre entre las letras, 
enfrentándome a un día sin luz, 
palabras tristes que se traducen a mi realidad, 
quedándome las lágrimas quemándome por dentro... 

Debo salir y buscar la luz del sol. 
Ya no estoy sola, 
me convierto poco a poco entre las sombras que me adolecen 
rebuscando los colores que perdí. 

Las voces rodean cantando otra vez, 
las notas frecuentes que escucho en mi música 
mientras espero que se abra la ventana 
y entre, a golpe de fuerza, la nueva luz con su potente razón...


jueves, 11 de diciembre de 2014

EMPIRRONÉ

- 327 -

Una estela de incertidumbre asola la calle,
sin rastro de historias, devolviéndome al camino.
Preguntas sin respuestas, palabras vacías,
cruzando la vida o quedarme sin fuerzas,
abandonando el miedo dispuesto en otro nivel.
¡Qué fáciles son los pasos cuando no se piensa! 
Amaga el invierno por el que transito,
sin saber dónde voy, cargado con tanto lastre:
el que llevo en los hombros y el que pesa en el alma…

De Adonay Kustanilló
Acrílico sobre tabla         32 x 80 cm                


martes, 9 de diciembre de 2014

TALONA

- 326 -


Descubría en cada instante, nuevas metas y símbolos
construyendo un nuevo ciclo…
Sabiendo que soy el centro y la fuerza del conjunto vital,
me miran y me desnudan quedando la esencia de un hombre solo.
Llevo el peso de la magia sobre mí, vacío, sin voz…
Aún cuando se rompe todo en mil estelas de luz,
sintiendo que, de alguna manera, he llegado a la cima,
con la mente abierta y el corazón en un puño…

De Adonay Kustanilló
Acrílico sobre lienzo     50 x 50 cm                   

lunes, 8 de diciembre de 2014

INSORALÉ

-326-

Perdiendo la vista en el horizonte…
Tanta arena eterna recoge mi niñez y mis juegos,
en esos días en los que todo era sencillo.
La luz del sol quema entre las gotas de lluvia de otoño,
brotando en ese infinito de campos y encinas…
Mágica y sin sombras, paisajes de luna y amores perdidos.
Mi tierra es mi patria, mi hogar, mi carisma,
historias de un mismo cuadro,
que emergen con fuerza después del tiempo.
He vuelto y sentido, a partes iguales,
la cálida voz que envuelve mis sueños…

Adonay Kustanilló

domingo, 7 de diciembre de 2014

QUEROSTO

- 325 -

Dejaba caer los brazos lánguidos,
al compás de las notas laxas,
entre el calor y el sopor de la tarde,
acompañado de retazos de rayo de luz,
que me atraviesan en este agosto trabado.
El color se empaña,
derritiéndose al ritmo de mis pasos lentos.
Entremezclando palabras en un vaivén de pequeñas ráfagas de aire caliente.
Agosto que se escapa y me funde en la noche tardía.
Me pierdo entre teclas y luces,
de entre las llamas de una luz mortecina,
arrastrando los sueños por entre las sombras,
sin la brisa que mezcle los tonos del calor y la voz serena y lejana …

(Obra de Adonay Kustanilló)
Acrílico sobre lienzo   36 x 48 cm

sábado, 6 de diciembre de 2014

DÍA 81. Día 13 del año 2


DÍA 81
Día 13 del año 2

Después de un mes he vuelto al Parque del Príncipe... He salido a correr con un poco de aprensión. 
Por un lado pensando en que aún me duele un poco la espalda, aunque los gemelos no me han molestado desde hace un par de días. 
Por otro lado, al haber estado de "parón" tanto tiempo, pasa factura, y el cuerpo no reacciona de la misma manera. 
Por eso, cuando la voz monjil de mi primo Edmundo me ha comunicado los minutos invertidos en el primer kilómetro recorrido he tenido que echar el freno. Mis ansias por volver a estar de la misma manera que el último día que salí a correr, me ha hecho pensar que podría con los 5 km. sin problemas... pero menos mal, que la razón se impuso, y frené a tiempo, sino no creo que hubiera podido terminar. Con todo, los 5 km. me los he comido con patatas... 

Me encuentro muy satisfecha y con las endorfinas a flor de piel... No tenía pensado salir, ni mucho menos, pero luego, me entró como un no sé qué, que qué se yo, y dicho y hecho. Calenté músculos (me costó, pero ahí estuvimos...) y me arrojé a la calle. Un poco tarde, eso sí, pero al ser de día, he podido recorrer el Parque con total libertad, sin prisas, sin pensar que la tarde se me echa encima...
Como siempre, casi nadie paseando... Por un lado me gusta, por otro me da penina... Porque creo que esta belleza se la está perdiendo mucha gente... 

En fin... que estoy eufórica aunque cansada...!!!. 
El lunes, que es fiesta, espero volver a salir por la mañana...

DESMICAOR


- 324 -

¡Qué vacíos y profundos ojos, 
se llevaba la tarde en aquel silencio!!
Pensativo y circunspecto, se apostaba su sombra en una esquina.
Contemplando la historia de un pasado que nunca fue suyo,
la vida se iba encendiendo en la estela de un horizonte calmado y sereno.
Para no pensar más, para casi no sentir,
sólo mirar sin lágrimas, la nostalgia de su ayer,
difundiéndose en un cielo aciago y vacío,
sin dejar un minuto, de soñar…

(Obra de Adonay Kustanilló)

viernes, 5 de diciembre de 2014

ALGO HICE MAL

- 323 -

Algo hice mal.
En algo me equivoqué,
queriendo ser yo, no me entienden.
Cuando la soledad me puede…
Una frase o una palabra en ningún sitio,
avanzando por entre la tarde fría, calando los huesos,
hasta desprenderse por mis ojos, en un arrebato de nostalgia
sintiendo que habéis crecido y ya no estáis aquí.

Algo hice mal.
Tal vez no seguir las pautas que marca la norma.
Perseguir la felicidad no está bien visto.
Esa espina clavada en lo más profundo del paisaje desolado, la arranqué.
En algo me equivoqué…

Ser yo. Eso hice mal.
Intentar enfrentarme a mis sombras y a mi soledad.
Salir de aquí sin miedo y con esperanza.
Pero, de pronto, ya no estáis aquí.
Creer que tendréis que perdonar mi egoísmo por no sucumbir a la tristeza,
mi sinrazón por destrozar el mundo en el que vivíais…
sin tocar para nada el mío…

Algo hice mal
y me responden con un trazo en la cara, empañando los sentimientos…
y esas lágrimas a punto de salir.
Incomprensión y vacío…
Algo hice mal.
 dejando las nubes en la tierra árida de los sueños,

aquellos que rompí por perseguir mi yo puro.

jueves, 4 de diciembre de 2014

COMO SIEMPRE...

- 322 -

Como siempre...
Como cuando se acerca el invierno y me provoca la imaginación fría…

Como siempre...

Dentro de mi inquieta cápsula, me adivino acechando el horizonte mágico…
Es como la tarde gris de un día cualquiera.
Se estremece el aire que respiro, esperando que vengas a verme.

Como siempre...
Mis manos heladas te buscan entre las luces de la noche en la calle.
Encontrando el cálido abrigo de un atardecer de diciembre,
entre los pliegues de tu chaqueta.

Nuestros pasos resuenan a lo lejos,
mientras el viento gélido mesa las últimas hojas que quedan por caer.

Como siempre...

Un simple beso me basta para no llegar al vacío de la nada,
entre el empedrado del camino y las puertas cerradas.
Ese aroma a chimenea y hogar que desprenden las casas a nuestro paso.

Un beso y la luna…

Como siempre... 
Cuando estás a mi lado…