sábado, 6 de diciembre de 2014

DESMICAOR


- 324 -

¡Qué vacíos y profundos ojos, 
se llevaba la tarde en aquel silencio!!
Pensativo y circunspecto, se apostaba su sombra en una esquina.
Contemplando la historia de un pasado que nunca fue suyo,
la vida se iba encendiendo en la estela de un horizonte calmado y sereno.
Para no pensar más, para casi no sentir,
sólo mirar sin lágrimas, la nostalgia de su ayer,
difundiéndose en un cielo aciago y vacío,
sin dejar un minuto, de soñar…

(Obra de Adonay Kustanilló)

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