lunes, 20 de enero de 2014

TE ESPERO... EN UN SUEÑO

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Dejaba pasar el tiempo contando cada minuto... en silencio.
Mientras caía la tarde sobre las sombras
y quedaba una estela ínfima de luz mortecina...
extiendo los brazos y respiro...

Este aire está cargado de heladas partículas
que se cuelan en mis pulmones,
dejándolos llenos de sensaciones,
dejándolas escapar después en un cálido suspiro
mientras pienso en ti...

Me vacío poco a poco de esta prisión y voy siendo libre...
Creo que, a veces, me miras sin yo saberlo,
porque de alguna manera, intuyo que estás aquí conmigo...
me provoca un estado de calma que se convierte en sueño infantil y puro,
profundo y sencillo, sintiéndolo bailar, estremeciendo el pulso caliente en mis venas...

Me voy transformando lentamente,
me convierto en un pequeño instante en el que te siento cerca,
abrazándome desde la lejanía... notando tus brazos y tu cuerpo rodeándome...

Pero ni si quiera estás aquí...
era un sueño...
con el que imagino todos los días,
y en el que también espero...

DÍA 37


DÍA 37 

No he acabado los 5 km.... snifff!!! Con lo bien que iba!!, 
No me molestaba nada en ningún sitio (cosa rara)... e iba haciendo buena marca, hasta que Edmundo se ha constipado y ha dejado de funcionar... tendré que llevarle al médico para ver qué le pasa... se pone a toser, oye... y no hay quien le aguante...!!!
Y hoy sí que se corría bien; porque, exceptuando a dos o tres corredores esporádicos y dispersos..., NO HABÍA NADIE MÁS...!!!! 
La tarde se estaba arrugando por momentos, hacía frío y un airillo helado se colaba entre los árboles... 
El suelo estaba lleno de charcos y embarrado en algunas zonas, por lo que había que ir esquivando los más profundos. 
Pero el cielo... ay, el cielo...!!! era como un lienzo de varios tonos de colores que iban desde el gris más oscuro, pasando por el azul pálido y el blanco en el que se formaban las nubes que iban y venían al compás del viento... y de repente, un trozo de azulón estático que parecía pintado con acuarelas... difuminándose en varias tonalidades... Precioso, porque detrás todavía había algún rayito de sol que se colaba entre las austeras nubes, dando a la tarde un aire mágico muy especial... 
Así da gusto correr... 
Pero de repente, he empezado a notar molestias en el gemelo izquierdo y he tenido que parar, recoger mis emociones, al maltrecho y enfermo de Edmundo y regresar a casa...