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Llevaba dos
vueltas al Parque y él no había aparecido... ¿le entendería mal?
¿sería una broma?
Estaba intranquila doblemente: - por un lado, si
aparecía no sabía cómo tratar a una persona de la que no sabía
absolutamente nada... - pero si no llegaba, se sentiría profundamente
decepcionada; Y la verdad, no sabía cual de las dos versiones quería
que sucediera...
Finalmente le vio llegar
a lo lejos con su correr tan deportivo, tan elegante...parecía un
verdadero dios... tan masculino y desprendiendo aplomo y seguridad...
Según se acercaba fue dándose cuenta de que algo iba mal... parecía
que se resentía de una pierna, y su cara... en su cara se formaba,
alrededor de su ojo izquierdo una hinchazón de tono azulado...
Algo
había pasado.
Cuando llegó a su altura, ella intentó sonreír, pero no
pudo... sus ojos no se apartaban de los golpes que se apreciaban en
su bello rostro... Él cambió su rumbo para correr a su lado y frenó
su ritmo para poder ir junto a ella...
La miró de reojo queriendo
saber qué pensaría de su aspecto y si se preguntaría qué le había ocurrido...
Ella le miraba de soslayo sintiendo un millón de sensaciones... sin
saber cómo manejaras en primer lugar.
- Llegas tarde... ya
me iba..., le dijo ella.
- Sí, he tenido un
contratiempo. ¿Quieres quedar para tomar un café más tarde?.
Respondió él.
- ...Uhhm! ¡De
acuerdo...!
Cuando se separaron con
la promesa de encontrarse después, ella se adelantaba a sus
emociones, llenándose de perspectivas... él, en cambio, no podía
casi respirar de cómo le agitaban por dentro, los sentimientos que
tenía, sin conocerla siquiera...
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