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Y
soñaba despierto, hasta que ella llegó... sólo tuvo que posar su
mano en el brazo, y al contacto de su piel, se le erizó el vello,
transformando su cuerpo con un escalofrío que empezó en su estómago
y terminó en su corazón...
Ella
llegó y le cubrió con su mirada, cálida y hermosa.
Dejándolo caer
en un abismo de locura, casi ciego y sin fuerzas, cuando ella no
estaba tan cerca....
Se reflejaba en sus ojos y se veía así mismo,
desnudo, sin ataduras, porque ella le daba la libertad que él
acariciaba constantemente, ella le proporcionaba la seguridad que
ansiaba, porque se veía como era, limpio, romo y sin aristas.
Podía
liberar su alma ante ella, porque ella lo era todo...
Le rodeaba con
su aura de fuego, ardiente y sin medidas... profunda y sincera.
Cuando estaba con ella, se sentía pletórico.
Era un hombre nuevo
desde que la había descubierto rondando por su cabeza... paseando en
su silencio... hasta que le llegó al corazón...
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