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Qué vueltas daba...
No podía respirar y aún así
seguía allí, esperando...
Ya no le queda ni una gota de aquello que antes le
sobraba.
La última se confundió con una lágrima que llegó al final
y no supo
deshacerse en su rostro...
En otra clase de locura y atisbando el aire
enrarecido que los envolvía.
Para no padecer nunca más...
Esa coraza que va
tejiéndose entre ellos,
borrando la sonrisa de la mañana.
Debe poner las ilusiones
en otro sitio.
Ya no caben aquí. Sin poder evitarlo.
Tenía la sensación del vacío
y después de todo no pudo llenarlo con nada.
El amanecer disolverá la niebla y
llenará de vida,
otra vez todo lo que le rodea.
Ya no hay más...
Tampoco habrá
menos para poder empezar otra vez.
Sin razones ni peso, lo que antes tejía
ahora deshilacha.
No puede conformarse con menos,
pero ahora no tiene nada...
Barajando minutos del tiempo compartido,
se funde con sus sueños para no volver
a caer.
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