Levantaba la nebulosa mientras los pedazos de mi vida se iban amalgamando...
Trozos de jirones vencidos que habían estallado
y que ahora se esparcían entre mi mente y mi mundo vacío...
ese mundo que va cambiando al compás de tu voz...
Cambiaba la noche y se tornaba luz.
Para dejar la oscuridad prendida de una vela en el horizonte...
Esa luz que me lleva a ti ahora...
Dejándome exhausta, entre los abrazos escogidos y tus palabras de amor...
Los latidos que ya había perdido,
volvieron a encontrarse entre el corazón y la cabeza
contando los días en los que caminamos juntos,
para abrir esos detalles que se escapaban...
Un olor a bienestar me sobrelleva,
encandilándome en todos los momentos
en los que mi mirada descansa en tus ojos...
Y esos sueños que no tenía, y que un día se apagaron, han vuelto para mí...
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