Día 67
No pude terminar… Corrí 4 km. Y dando gracias…!!!.
Acusé el fin de semana en la playa, atiborrándome a choquitos, sardinas, boquerones, coquinas, bacalao, mousses varias, helados de chocolate… y un sin fin de viandas que se acumularon en mi cuerpo y no me permitieron estar tan fresca y liviana como de costumbre…
Esas coquinas “párriba” y “pábajo”… me acordaba de las migas aquellas que aún llevo incrustadas en el cerebro desde el otoño…
Empecé a masticar mis propios higadillos, según daba un paso más largo o más corto, hasta que quise tragármelos de nuevo y esa garganta reseca no me lo permitía…
Porque… ¿no había quedado el “hombre del tiempo” que ayer bajaban las temperaturas…? Pues parece ser que no… que se retrasó el pronóstico y a las siete de la tarde de ayer, hacía un calor espantoso… Ni una brizna de viento que moviera las hojas de los árboles… En el trayecto existe un tramo en el que no hay sombra… por lo que creí morir… Arrastrando las zapatillas como podía…
De tanto arrastrarlas di un traspiés (como casi siempre) y estuve a un pequeño palmo de entregar mi nariz al suelo… gracias que tengo unos reflejos a prueba de traspiés…
Espero que el próximo día no acuse los pinchitos que me comí, justo después de la carrera… Si es que me pierdo en el momento en que hay comida por medio !!!. No tengo caso…
No hay comentarios:
Publicar un comentario